"Por tanto, no os afanéis diciendo: '¿Qué comeremos?' o '¿Qué beberemos?' o '¿Con qué nos cubriremos?'… vuestro Padre que está en los cielos sabe que tenéis necesidad…” –Mt, 31-33¡OH cuan sublime sermón el del gran maestro allá en el monte! Cristo eleva a la humanidad con sus enseñanzas y promesas, únicas en su tipo, hasta las cumbres más altas del conocimiento y de la razón. Hasta que no son oídas estas divinas palabras del Maestro, la humanidad solo ve ante sus ojos carnales un solo objetivo por el cual luchar en el diario vivir, lo material. El entendimiento y la lógica del hombre solo le dicen que se afane por su comida, bebida, y vestido. Con razon annos mas tarde criticaria el gran Apostol Pablo la mentalidad de muchos, “¡comamos y bebamos, que mañana moriremos! (1Corintios 15:32).”
Sin embargo, El Nazareno viene hasta nosotros para decirnos que estamos equivocados, pues, la única cosa por la cual uno ha de afanarse es en el hacer una realidad vivía del reino prometido de Dios y su divina justicia. A caso no creemos que de nuestro Padre “es la tierra y su plenitud, el mundo y los que lo habitan (Salmos 24:1)
¡Que decadencia tan vergonzosa la nuestra al olvidar tan divino principio en lo que a nuestro existir se refiere! Cristiano - ¿Por qué te afanas por un objetivo material, aun cuando sabes que tus ojos son espirituales? Hermanos, amados y escogidos del Dios vivo; solamente hay un punto de mira para nosotros los santos y esa es la gran verdad que nos dice nuestro gran Rey y Señor. Busquemos entonces primeramente ese reino y su justicia recordando que todo lo demás nos será añadido.
¡Recordemos, el Señor ni es siego ni sordo, el sabe de que tenemos necesidad!
¡Amén!
Pastor Israel Cordoves, Jr.
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