Juan 4:23–24 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”
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I. INTRODUCCIÓN
1. Contexto
de la enseñanza
- Esta enseñanza forma parte de la Semana de
la Música que la iglesia está retomando después de varios años sin hacerla.
- Se ha decidido dedicar dos miércoles al
estudio bíblico sobre adoración y alabanza:
- Hoy (Parte 1): Enfocados principalmente
en la adoración, con algunas referencias a la alabanza.
- Próximo miércoles (Parte 2): Enfoque más
específico en la alabanza y la música.
- Muchas veces hablamos de: “Culto de adoración” y “Tiempo de alabanza;” pero
pocas veces nos detenemos a preguntarnos: ¿Qué es adoración? ¿Qué es alabanza?
¿Por qué lo llamamos así?
2. Preguntas
que esta serie busca responder
- ¿Qué significa adorar y qué significa
alabar?
- ¿Son lo mismo la adoración y la alabanza?
- ¿Por qué adoramos o alabamos? ¿Cuáles son
los motivos y las razones?
- ¿Necesita Dios nuestra adoración y nuestra
alabanza? ¿La necesita específicamente a través de la música?
- ¿Por qué adoramos como adoramos en nuestra
iglesia?
- Hoy veremos más lo relacionado con
adoración; el próximo miércoles veremos más alabanza y música.
II.
CONCEPTOS BÁSICOS DE ADORACIÓN Y ALABANZA
A.
Definiciones generales (diccionario de español)
1. Adoración
- Sustantivo que indica la acción de adorar.
- El verbo adorar (del latín adorare)
significa:
- Reverenciar con sumo honor o respeto a
un ser, considerándolo como cosa divina.
- Reverenciar y honrar a Dios con el culto
religioso que le es debido.
- En resumen: dar honor y reverencia a un
ser superior.
2. Alabanza
- Sustantivo: acción de alabar o alabarse.
- También se refiere a la expresión o
conjunto de expresiones con que se alaba.
- Ejemplo: La frase “Cuán grande es Dios”
es una alabanza.
- Alabar (del latín adlabāre) significa:
- Elogiar o celebrar con palabras.
- Manifestar aprecio o admiración por algo
o alguien, resaltando sus cualidades o méritos.
- Resumen:
- Adorar: dar honor y reverencia a un ser
superior.
- Alabar: elogiar o celebrar con palabras
(u otras expresiones) lo que ese ser es y hace.
B.
Definiciones teológicas (en el contexto cristiano)
1. Adoración
(definición bíblico-teológica)
- “Rendir el corazón y la voluntad ante Dios
en reverencia, amor y obediencia, reconociendo quién es Él.”
- No solo es un concepto, sino algo
práctico:
- Es rendir nuestro corazón.
- Someter nuestra voluntad.
- Hacerlo en reverencia, amor y
obediencia.
- La obediencia es clave: la mejor manera de
honrar a Dios es obedeciéndolo.
2. Alabanza
(definición bíblico-teológica)
- “Expresar con palabras, música o acciones
el reconocimiento de las obras y los atributos de Dios.”
- Es algo más externo y visible:
- Palabras
- Música
- Acciones
- Adoración: más interna e integral
(corazón, voluntad).
- Alabanza: más externa y visible
(expresión).
C. Relación
y diferencia entre adoración y alabanza
- La alabanza es un componente de la
adoración, su parte más visible y externa.
- Generalmente se asocia a la música, porque
cantar es una forma muy evidente de alabar.
- Lo correcto es:
- Cuando alabamos, deberíamos estar
adorando también.
- Pero es posible cantar y que el corazón
esté en otro lugar.
- Por tanto:
- Adoración: concepto más amplio,
profundo, interno.
- Alabanza: manifestación externa de esa
adoración.
D.
Aclaración sobre el movimiento Praise and Worship
1. Origen
del concepto erróneo
- En los años 70–80 surgió en Estados Unidos
un movimiento llamado “Praise and Worship”.
- Promovido por grupos musicales (muchos de
corte carismático).
- Se empezó a enseñar que:
- El culto debía comenzar con canciones
rápidas (eso sería “alabanza”).
- Luego seguir con canciones lentas (eso
sería “adoración”).
2. Problema
bíblico de esta idea
- Se creó la teoría de que:
- Canciones rápidas = alabanza.
- Canciones lentas = adoración.
- Esa clasificación no es bíblica.
- La Biblia nunca asocia “alabanza” y
“adoración” al ritmo musical.
- Años después esta tendencia se extendió al mundo hispano, a través de ciertos cantantes y ministerios, y se popularizó.
3.
Corrección bíblica
- Hay canciones rápidas y lentas, pero el
ritmo no define si es alabanza o adoración.
- La alabanza es una parte de la adoración,
suele ser externa y visible.
- La adoración abarca:
- Música
- Canto
- Obediencia
- Vida diaria
- Por tanto, reducir adoración/canción lenta
y alabanza/canción rápida es una mala aplicación y genera confusión.
E. La
naturaleza interna de la verdadera adoración
- La verdadera adoración ocurre
esencialmente en el corazón, involucrando:
1. Nuestro intelecto (mente):
- Adoramos conscientemente, sabiendo lo
que hacemos.
- No se adora “por inercia” ni “sin
querer”.
2. Nuestros afectos (emociones):
- Las emociones participan en la
adoración.
- No son lo único ni lo más importante,
pero sí forman parte.
3. Nuestra voluntad:
- Adorar implica decidir obedecer a
Dios y someterle nuestra vida.
III. EL OBJETO DE LA ADORACIÓN: ¿A QUIÉN ADORAMOS?
A. El ser
humano fue creado para adorar
- El ser humano necesita adorar algo o
alguien.
- Si no adora a Dios:
- Buscará un ídolo: un dios falso, una
persona, posición, ideología, posesión, etc.
- Siempre terminamos entregando:
- Nuestro tiempo,
- Nuestro honor,
- Nuestro reconocimiento a algo o alguien.
- Pero la Biblia enseña claramente que solo
Dios debe ser el objeto de nuestra adoración.
B. En el
Antiguo Testamento: se adora a Dios
1. Por su
santo nombre
- Salmo 142:7a: “Saca mi alma de la cárcel,
para que alabe tu nombre…”
- Se adora a Dios por su nombre santo, por
quién es Él.
2. Por su
creación
- Salmo 104:1–2: “Bendice, alma mía, a
Jehová. Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido;
te has vestido de gloria y de
magnificencia.
El que se cubre de luz como de vestidura,
que extiende los cielos como una cortina.”
- En todo el Salmo 104 se exaltan diversas
partes de la creación (luz, cielos, animales, etc.).
- Se adora a Dios por todo lo que ha hecho.
3. Por su
providencia y bondad
- 1 Crónicas 16:34: “Aclamad a Jehová,
porque él es bueno; porque su misericordia es eterna.”
- Aquí se alaba a Dios por su bondad, su
misericordia, por lo que hace a favor de su pueblo.
4. Por sus
actos de salvación o redención
- Jeremías 20:13: “Cantad a Jehová, load a
Jehová, porque ha librado el alma del pobre de mano de los malignos.”
- Se exalta a Dios por sus actos de rescate,
salvación y liberación.
C. En el
Nuevo Testamento: se adora también a Cristo
1. Se adora
a Cristo por ser divino
- Mateo 14:33: “Entonces los que estaban en
la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.”
- Después de un milagro, reconocen su
divinidad y lo adoran.
2. Se adora
a Cristo por su poder vencedor
- Apocalipsis 5:12: “…el Cordero que fue inmolado es digno de
tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y
la alabanza.”
- Se le adora porque fue inmolado, venció al pecado y a la muerte, y obtuvo la victoria en la cruz.
D.
Conclusión del punto
- El objeto de la adoración es Dios en su
totalidad:
- Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu
Santo.
- Solo Él debe ser adorado:
- No otra persona.
- No otro “dios”.
- No nada material.
- Fuimos creados específicamente para adorar
a Dios.
IV. ¿QUIÉN ADORA? ¿QUIÉN DEBE ADORAR?
A. Todos los
habitantes de la tierra
- Romanos 15:11: “Y otra vez: Alabad al
Señor todos los gentiles, y magnificadle todos los pueblos.”
- “Gentiles” aquí implica todas las
naciones, junto con los judíos.
- Es la voluntad de Dios que toda la
humanidad le adore.
B. Toda la
creación
- Salmo 148:7; 150:6: “Alabad a Jehová desde la tierra, los
monstruos marinos y todos los abismos…”
“Todo lo que respira alabe a JAH.
Aleluya.”
- Toda la creación (animales, naturaleza,
universo entero) existe para glorificar a Dios.
- Ilustración sobre el universo: - A veces se argumenta: “El universo es
demasiado grande para que seamos los únicos seres vivos”.
- Ese argumento no es sólido si: - Pensamos que el universo fue creado solo
como “casa para nosotros”. - Pero si el
propósito del universo es glorificar a Dios, entonces:
- No es demasiado grande. - Incluso se queda pequeño para lo que Él
merece. - Nosotros no somos el centro
del universo; Dios lo es. El objetivo de todo lo creado es adorar y glorificar
a Dios.
C. De manera
específica: el que cree
- Juan 9:38: “Y
él dijo: Creo, Señor; y le adoró.”
- Contexto:
- Jesús sana al ciego de nacimiento.
- Luego, al encontrarse con Jesús y reconocerlo como el Hijo de Dios, el
hombre dice: “Creo, Señor” y le adora.
- Todos deben adorar a Dios, pero:
- Solo el que cree en Él lo adora de
manera consciente, verdadera y plena.
- El creyente entiende quién es Dios y
quién es él mismo, y responde con adoración genuina.
V. ¿CUÁL ES EL LUGAR DE LA ADORACIÓN?
A. Jesús
anuncia el fin de la centralización geográfica
- Juan 4:21: “Jesús le dijo: Mujer, créeme,
que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.”
- Había conflicto entre: - Judíos (templo en
Jerusalén) y Samaritanos (monte Gerizim y sus altares).
- Jesús declara que vendrá el tiempo en que
no será en ese monte ni en Jerusalén.
B. En el
Antiguo Testamento: santuario, tabernáculo y templo
- Salmo 150:1: “Alabad a Dios en su
santuario; alabadle en la magnificencia de su firmamento.”
- “Santuario” = lugar donde Dios habita:
- Tabernáculo en tiempos de Moisés.
- Luego el templo de Salomón, lleno de la
gloria de Dios.
- Esos lugares se convirtieron en el centro
de adoración, porque Dios decidió manifestar su presencia allí de manera
especial.
- Historia breve:
- El templo de Salomón fue destruido.
- El pueblo es llevado cautivo.
- Tras 70 años, regresan y reconstruyen el
templo (Zorobabel).
- Ese segundo templo no fue llenado
visiblemente con la gloria de Dios como el primero.
- El profeta Hageo anuncia que ese templo
recibiría una gloria mayor.
C. El
cumplimiento en Cristo
- Esa gloria mayor llega cuando Jesús viene:
- Él “tabernaculiza” entre nosotros
(habita entre nosotros).
- Jesús mismo es el Templo de Dios entre
los hombres.
- Mientras Jesús estuvo en la tierra, Él
fue el centro de la adoración, porque era Dios con nosotros.
D. Hoy: el
creyente como templo del Espíritu Santo
- Luego Jesús asciende al cielo y envía al
Espíritu Santo.
- Dios decide poner su Espíritu:
- No en un edificio.
- No en un templo hecho de manos.
- Sino en los corazones de los creyentes.
- Efesios 5:19: “…cantando y alabando al Señor en vuestros
corazones.”
- Conclusión:
- El centro de adoración ahora es el
corazón del creyente, porque allí habita el Espíritu Santo.
- Por eso podemos y debemos adorar a Dios
en todo lugar (trabajo, escuela, casa, iglesia…) y en todo momento.
- Somos templo del Espíritu Santo, no solo
cuando estamos en las cuatro paredes del templo.
VI. ¿POR QUÉ ADORAR?
1. Porque
fuimos creados para adorar
- Isaías 43:21: “Este pueblo he creado para
mí; mis alabanzas publicará.”
- Dios nos creó para publicar sus alabanzas
y darle gloria.
- Ilustración:
- El fabricante diseña una silla para
sentarse, no para guardar libros.
- Se le puede dar otros usos, pero no será
su mejor uso.
- Dios, nuestro Creador, nos diseñó con un
propósito: adorarlo a Él.
2. Porque
nosotros necesitamos la adoración, no Dios
- Hechos 17:24–25: “El Dios que hizo el
mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra,
no habita en templos hechos por manos humanas,
ni es honrado por manos de hombres, como
si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las
cosas.”
- Dios no necesita nada:
- Es autosuficiente.
- No depende de nuestra adoración para ser
más grande o más santo.
- Entonces, ¿por qué pide adoración?
- Porque a nosotros nos conviene.
- La adoración nos ordena, nos transforma,
nos hace bien.
- Deuteronomio 10:12–13: “…¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que
temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas
a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
que guardes los mandamientos de Jehová y
sus estatutos… para que tengas prosperidad?”
- Dios manda a su pueblo a obedecerle y
servirle:
- Eso es adoración.
- Y lo hace “para que tengas prosperidad”,
es decir, para nuestro bien.
3. Porque la
adoración es la única tarea eterna de la iglesia
- Apocalipsis
7:9–10: “…una gran multitud… de todas
naciones y tribus y pueblos y lenguas… delante del trono…
y clamaban a gran voz, diciendo: La
salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.”
- En el cielo:
- Ya no habrá evangelismo (todos serán
salvos).
- Ya no habrá misión social hacia un mundo
caído.
- Pero la adoración continuará por la
eternidad.
- Esto nos debe motivar a aprender a adorar
desde ahora.
4. Porque
reconocemos nuestra bajeza y la grandeza de Dios
- Isaías 6:1–8 (resumen de la visión):
- Isaías ve al Señor en un trono alto y
sublime.
- Los serafines dicen: “Santo, santo,
santo”.
- El lugar se estremece.
- Isaías exclama:
“¡Ay de mí! que soy muerto; porque
siendo hombre inmundo de labios… han visto mis ojos al Rey, Jehová de los
ejércitos.”
- Un serafín toma un carbón encendido del
altar (donde hubo sacrificio), toca los labios de Isaías y dice:
“Es quitada tu culpa, y limpio tu
pecado.”
- Dios pregunta:
“¿A quién enviaré, y quién irá por
nosotros?”
- Isaías responde:
“Heme aquí, envíame a mí.”
- Enseñanzas:
- Al ver la gloria y santidad de Dios,
Isaías:
- Reconoce su pecado y pequeñez.
- Se ve indigno y merecedor de muerte.
- El carbón encendido del altar apunta a
un sacrificio que limpia:
- En nuestro caso, la obra de Cristo en
la cruz.
- Ante esa gracia, la única respuesta
adecuada es:
- Adorar.
- Decir: “Heme aquí, envíame a mí”.
- Nuestra justicia es “trapo de inmundicia”
(Isaías 64:6).
- Cuando entendemos:
- Quién es Dios (infinitamente santo y
perfecto).
- Quiénes somos nosotros (pecadores).
- Lo que Él ha hecho por nosotros en
Cristo.
- La adoración se vuelve una reacción
natural y necesaria.
VII. ELEMENTOS DE LA ADORACIÓN
- “Elementos de la adoración” = cosas que
forman parte de la adoración, aunque a veces no las veamos así.
- La lista no es completa; son ejemplos
bíblicos.
1. La música
- Es lo primero que viene a la mente al
hablar de “adoración y alabanza”.
- Es un elemento importante, pero no el
único.
- Hoy solo la mencionamos; el próximo
miércoles se dedicará más tiempo a:
- La música como elemento de adoración.
- Su relación con la alabanza.
2. Las
ordenanzas: bautismo y cena del Señor
- Son actos visibles de fe y obediencia que
apuntan directamente a Cristo.
- En el bautismo:
- Simbolizamos la muerte y resurrección
con Cristo.
- Glorificamos a Cristo públicamente.
- En la cena del Señor:
- Recordamos su sacrificio en la cruz.
- Proclamamos su muerte hasta que Él
venga.
- Son actos que proclaman la obra redentora
de Jesús y, por ello, son adoración.
- Además, son mandamientos de Cristo, y la
obediencia es una forma de adorar.
3. La
oración
- 1 Corintios 14:15: “¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero
oraré también con el entendimiento;
cantaré con el espíritu, pero cantaré
también con el entendimiento.”
- Pablo pone en paralelo:
- Orar con el espíritu y con el
entendimiento.
- Cantar con el espíritu y con el
entendimiento.
- Ambos (oración y canto) aparecen en el
contexto del culto y la adoración comunitaria.
- La oración es:
- Obediencia a Dios.
- Dependencia de Él.
- Por tanto, un claro elemento de
adoración.
4. La
lectura bíblica
- Lucas 4:16: “Vino a Nazaret, donde se había criado; y en
el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a
leer.”
- Jesús participa en la costumbre de la
sinagoga de leer la Escritura.
- La lectura pública de la Biblia era parte
de la adoración judía.
- Hoy:
- Leemos la Biblia en el culto.
- También la leemos en casa.
- La Biblia:
- Nos revela el carácter de Dios.
- Nos muestra quiénes somos.
- Nos transforma para adorar mejor.
- Por eso, la lectura bíblica es un elemento
de adoración.
5. Los
diezmos y las ofrendas
- Deuteronomio 26:10: “Y ahora, he aquí he
traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová; y lo
dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios.”
- En el AT:
- Traer primicias, ofrendas agrícolas y
sacrificios era parte de la adoración.
- Hoy, aunque no traemos cosechas ni
sacrificios de animales:
- Seguimos honrando a Dios con diezmos y
ofrendas.
- Jesús también observó las ofrendas:
- La viuda que da dos blancas (dos monedas
de poco valor).
- Jesús reconoce que ella dio todo lo que
tenía.
- Su corazón estaba realmente adorando,
mientras que otros daban “de lo que les sobraba”.
- Así, nuestras ofrendas son parte de la
adoración cuando:
- Se hacen con fe, gratitud y
desprendimiento.
6. La
conversación (nuestra boca)
- Hebreos 13:15: “Así que, ofrezcamos
siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de
labios que confiesan su nombre.”
- “Fruto de labios” = palabras que honran el
nombre de Dios.
- Nuestra conversación puede:
- Edificar,
- Honrar a Dios,
- O lo contrario.
- Cuando nuestra forma de hablar:
- Es edificante.
- Glorifica a Dios.
- Entonces se vuelve un elemento de
adoración.
- Conecta con lo que hemos estudiado en
Santiago sobre el uso de la lengua.
7. Vivir en
justicia
- Filipenses 1:9–11: “…llenos de frutos de justicia que son por
medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.”
- “Frutos de justicia”:
- Hacer lo correcto delante de Dios.
- Vivir conforme a su voluntad.
- Cuando vivimos de forma justa:
- Damos gloria y alabanza a Dios.
- Nuestra vida se convierte en una
expresión continua de adoración.
8. La
predicación y la enseñanza
- Hechos 2:42: “Y perseveraban en la
doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del
pan y en las oraciones.”
- La iglesia primitiva perseveraba en:
- La doctrina (enseñanza).
- La comunión.
- El partimiento del pan.
- Las oraciones.
- La enseñanza y la predicación:
- Siempre han sido parte de la adoración,
desde la sinagoga hasta la iglesia.
- A través de ellas:
- Reconocemos quién es Dios.
- Reconocemos quiénes somos nosotros.
- Respondemos con obediencia y
adoración.
9. Otros
posibles elementos
- La lista podría ampliarse:
- Poesía (como los Salmos).
- Artes, drama, etc.
- Comunión fraternal, compartir el pan
entre hermanos (Hechos).
- Todo lo que, bíblica y sanamente, se use
para dar gloria a Dios puede ser elemento de adoración.
- Conclusión de este punto:
Si sumamos todos estos elementos, vemos
que toda la vida del creyente debe ser adoración.
VIII. CONCLUSIONES
1. Debemos
adorar solo a Dios
- Dios Trino es el único digno de adoración.
- Ninguna otra persona, ídolo o cosa creada.
2. Debemos
adorar en todo tiempo y lugar
- El lugar de adoración es, principalmente,
el corazón, donde habita el Espíritu Santo.
- Por tanto, en:
- Casa, trabajo, escuela, iglesia…
- En todo momento, podemos y debemos
adorar.
3. Debemos
adorar con todo lo que somos y hacemos
- Con acciones.
- Con palabras.
- Con cánticos.
- Con oración.
- Con lectura de la Biblia.
- Con nuestras decisiones diarias.
4. Debemos
entender por qué adoramos
- Fuimos creados para adorar.
- Necesitamos adorar más de lo que Dios
necesita que lo adoremos.
- La adoración será nuestra tarea eterna.
- Al ver la grandeza de Dios y nuestra
pequeñez, la adoración se vuelve la respuesta más lógica y necesaria.
5. La
adoración como “fiesta solemne”
- En Levítico 23, Dios instituye las fiestas
solemnes.
- La expresión “fiesta solemne” parece
contradictoria:
- “Fiesta” suena a alegría, celebración,
alborozo.
- “Solemne” suena a seriedad, reverencia,
casi como un funeral.
- Pero Dios quiso unir ambas cosas:
- Gozo y reverencia.
- Aplicación:
- Adorar a Dios debe ser una fiesta en el
corazón:
- Tenemos el privilegio de acercarnos a
Él.
- El velo fue rasgado, tenemos libre
acceso por la sangre de Cristo.
- Pero al mismo tiempo debe ser solemne:
- Porque Dios es santo.
- Porque no somos dignos por nosotros
mismos.
- Porque no venimos a satisfacernos,
sino a honrarle a Él.
- Podríamos decir:
- Adoración = “fiesta solemne”.
- Un gozo profundo, pero lleno de respeto,
temor de Dios y reverencia.
6. Meta
final
- Usar bien el privilegio de adorar a Dios:
- No darle “cualquier cosa”.
- Darle lo mejor, con un gozo inexplicable
por lo que Él ha hecho por nosotros.
- Cuando combinamos:
- Gozo y reverencia.
- Fiesta y solemnidad.
- Entonces damos a Dios una adoración como
Él merece.
Continuación: El próximo miércoles se continuará con la segunda parte de este estudio, enfocada más específicamente en la alabanza y la música dentro de la adoración.

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