UNA FE VIVA GUARDA SU LENGUA Y HONRA A DIOS

Pastor: Israel Cordovés, Jr. VER EN YOUTUBE

Serie Una Fe Viva, Sermón No. 12

Texto: Santiago 4:11–12

Tema: La fe viva se expresa en respeto, humildad y dominio de la lengua.

Proposición: Murmurar viola un mandato de Dios, juzga Su Ley y usurpa el lugar del único Legislador y Juez que puede salvar y destruir. 

Introducción

1.    Dificultad y universalidad: todos fallamos aquí clamor por misericordia y humildad.

2.    Serie “Una Fe Viva”: control de la lengua en Stg 1:19; 1:26; 3:1–12; y ahora 4:11–12.

3.    Marco pastoral: venimos a la iglesia a edificar, no a destruir con murmuración.

4.    Nota homilética: el texto trae su propio imperativo; no lo elegimos nosotros.

5.    Ilustración — Los “tres filtros de Sócrates” populares (y su bautismo bíblico)

1)    Verdad (Pr 18:13) · Bondad/edificación (Ef 4:29) · Utilidad (Pr 25:11).

2)   “Si no es verdadero, ni bueno, ni útil, ¿para qué decirlo?” 

I. Recordemos que no debemos hablar mal de los hermanos, porque es un mandato divino (v. 11a) “Hermanos, no murmuréis los unos de los otros…”

A.   El problema de la lengua (panorama en Santiago) Stg 1:19; 1:26; 3:1–12; 4:11. No es “tema del mundo” solamente; también ocurre entre creyentes. 

1.   Estructura del texto (Stg 4:11–12)

1)     Imperativo pastoral (vocativo + mandato): “Hermanos, no murmuréis…”
  -Griego:
μ καταλαλετε (katalaleín = hablar en contra, difamar, minimizar).

2)     Razonamiento teológico doble: Murmurar al hermano = murmurar/juzgar la Ley.

3)     Uno solo es Legislador (νομοθέτης) y Juez que salva y destruye (sṓzei / apollýnai).

2.   ¿Qué significa “hablar en contra” de un hermano?

1)    Usar palabras para dañar (Pr 11:9).

2)    Asumir el lugar de juez (Rom 14:4).

3)    Oponerse al amor fraternal (1 Co 13:4–7).

4)    Exponer orgullo espiritual (Mt 7:3).

5)    Usar la lengua como arma, no como gracia (Ef 4:29).

6)    Romper la comunión y entristecer al Espíritu (Pr 16:28). 

B.   Qué revela la murmuración (dos actitudes peligrosas) 

1.   Qué revela la murmuración (dos actitudes peligrosas)

1) Irrespeto a la ley de Cristo (Mt 22:37–40).

2) Falta de amor genuino (1 Jn 4:20). 

2.   Elevarse sobre otros; “crítica constructiva” que encubre orgullo.

Formas comunes: chisme, insinuación, sarcasmo “piadoso”, “peticiones de oración” que difaman.

Aplicaciones y notas extras:

1.    Personal: “zipper y botar la llave”. Si no edifica hoy, no se dice hoy.

2.    Comunitaria: cultura de edificación, no de rumor.

3.    Discipulado: hermanas mayores instruyan con amor; líderes modelen prudencia.

4.    Santiago advierte repetidamente sobre la lengua.

5.    La murmuración rompe la comunión y contradice la ley del amor.

6.   Una fe viva habla para edificar, no para destruir (Pr 11:9).

II. Reflexionemos en que al murmurar, juzgamos la Ley de Dios (v. 11b) “El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.”

A.   Asumir el lugar de juez (Mt 7:1–5): dejamos de obedecer para sentenciar.

B.   Desobediencia a la ley del amor: es como decir a Dios: “tu ley no basta”.

C.   Del hacedor al juez (Stg 1:22): el maduro vive la Palabra, no la usa para aplastar.

Base mosaica: Lev 19:15–16 — justicia en el juicio + “no andarás chismeando entre tu pueblo”.

Notas Extras:

1)    Hablar mal te coloca “por encima” de la ley del amor.

2)    El murmurador se vuelve juez; el creyente maduro obedece.

III. Reconozcamos que al murmurar, usurpamos el lugar de Dios, Legislador y Juez (v. 12) “Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?” 

A.   Cristo es el único Juez y Salvador (Mt 28:18; Jn 5:22).

B.    Usurpación: juzgar al hermano es ocupar un trono ajeno. Pregunta solemne: “¿Quién eres tú?”

C.   Meta bíblica: edificar, no destruir (Ef 4:29).

1)    Romanos 14:4: el hermano es siervo de Cristo; el Señor lo sostiene.

2)    Gálatas 6:1: restauración con mansedumbre.

Notas Extras:

1.    Solo Dios salva o condena; pretender juzgar es sentarse en Su trono.

2.    La fe viva se somete a Dios y busca restaurar, no destruir.

3.    Higiene verbal dominical: si no edifica, no lo digas hoy.

4.    Restitución: si murmuré, busco, pido perdón y reparo.

5.    Disciplina de la boca: memorizar Ef 4:29; Stg 1:19; Stg 3:2–6; repetirlos antes de opinar.

6.    Corrección bíblica: cara a cara, con mansedumbre (Mt 18:15; Gá 6:1), no por terceros.

7.    Cultura congregacional: líderes modelan prudencia; grupos y células promueven edificación.

Conclusión

Tres movimientos del texto: No murmures no juzgues la Ley no usurpes a Dios.

Llamado: humildad, reverencia y palabras que sanen.

Oración: “Señor, pon guarda a mi boca; haznos una iglesia de palabra limpia y corazón humilde.”


Referencias de apoyo

Stg 1:19; 1:26; 3:1–12; 4:11–12 · Lev 19:15–16 · Mt 7:1–5; 18:15 · Ef 4:29 · Pr 11:9; 18:13; 25:11 · Rom 14:4 · Gá 6:1.

Preguntas de reflexión para el Encuentro Celular en los hogares

  1. ¿Cómo revelan nuestras palabras la condición de nuestro corazón y nuestra relación con la ley del amor que Cristo nos enseñó?
    (Reflexiona sobre cómo hablar mal de un hermano puede ser un signo de orgullo espiritual o de falta de amor genuino.)
  2. ¿Qué actitudes debemos cultivar para honrar a Dios con nuestra lengua y evitar ocupar el lugar que solo le pertenece al Juez Divino?
    (Piensa en la humildad, el respeto, la misericordia y la edificación como frutos de una fe viva.)
  3. ¿Qué quiere Dios que aprendamos de este pasaje y cómo podemos aplicarlo en nuestras conversaciones diarias?
    (Considera cómo nuestras palabras pueden traer paz, edificación y unidad dentro de la iglesia.)
     

Algunas Ayudas y Datos para estudiar la Epistola de Santiago: 

 

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