Pastor Israel Cordoves
Pasaje Bíblico: 1 Corintios 15:12–20:
Introducción:
En la escena final del drama “Jerusalén Noticias – Crónicas de una
semana que cambió todo”, escuchamos una frase que retumba en el corazón
como una invitación a reflexionar: “Si todo esto es cierto… todo cambia.”
I. CAMBIA NUESTRA PREDICACIÓN (V.14) “...vana es entonces nuestra predicación...”
1.
Sin
resurrección, el mensaje cristiano es inútil.
2.
Con
la resurrección, predicamos con poder, esperanza y verdad eterna.
3.
Cristo
vivo es el centro del mensaje, no una filosofía.
II.
CAMBIA
NUESTRA FE (V.14) “...vana
es también vuestra fe.”
1.
Una
fe sin resurrección es vacía.
2.
La
resurrección da fundamento, propósito y poder a la fe.
3.
Ilustración:
Lee Strobel, de escéptico a creyente al investigar la resurrección: su historia
ilustra que la fe cristiana se basa en hechos verificables, no mitos.
III.
CAMBIA
NUESTRO TESTIMONIO (v.15–16) “...somos hallados falsos testigos de Dios...”
1.
Sin
resurrección, seríamos falsos testigos.
2.
Con
la resurrección, somos testigos verdaderos de una realidad viva.
3.
Ilustración:
Mártires de Uganda (1885–1887), quienes murieron afirmando que Cristo vive. Su
valentía encendió un avivamiento en África.
IV.
CAMBIA
NUESTRA RELACIÓN CON EL PECADO (v.17) “...aún estáis en vuestros pecados.”
1.
Sin
resurrección, seguimos en pecado y condenación.
2.
Con
la resurrección, hay perdón, libertad y nueva vida.
3.
Vivimos
como nuevas criaturas, reconciliados con Dios (2 Corintios 5:17–18).
V.
CAMBIA
NUESTRA PERSPECTIVA SOBRE LA MUERTE (V.18) “...los que durmieron en Cristo perecieron.”
1.
Sin
resurrección, la muerte es el fin.
2.
Con
la resurrección, la muerte es solo el comienzo de la vida eterna.
3.
Andamos
en vida nueva con la certeza de resucitar con Cristo.
VI.
CAMBIA
NUESTRA ESPERANZA (V.19) “Si
en esta vida solamente esperamos en Cristo…”
1.
Si
Cristo solo nos ayudara en esta vida, seríamos dignos de lástima.
2.
Pero
la resurrección nos da una esperanza eterna.
3.
Ilustración:
“El entierro con la cuchara”, una historia que simboliza la esperanza futura:
“Lo mejor está por venir”.
Conclusión
Si la resurrección de Jesucristo es cierta entonces todo en nuestras vidas
debe cambiar. La periodista del drama tiene razón, “Si todo esto es cierto…
todo cambia.”
El único problema que tenemos ahora es que uno no puede cambiar por si
mismo. Solo Cristo puede cambiar vidas. El es el resucitado y por lo tanto
tiene el poder.
¿Has sido transformado por esta verdad?
Si Cristo vive, no podemos vivir igual.
Colosenses 3:1–2: “Buscad las cosas de arriba…”
________________________
Un ejemplo de meditación:
·
Comenzar con una oración y con la lectura del pasaje de 1 Corintios
15:12–20.
En el drama
del domingo y en el sermón que escuchamos, el mensaje central fue claro:
Si creemos en la resurrección, entonces todo en nuestras vidas debe cambiar.
El caso de la periodista del drama fue un ejemplo poderoso de cómo una verdad
puede transformar toda una vida.
En el
sermón se mencionaron varias áreas donde la resurrección lo cambia todo:
- Cambia tu mensaje.
- Cambia tu fe.
- Cambia tu testimonio.
- Cambia tu relación con el
pecado.
- Cambia tu perspectiva sobre la
muerte.
- Cambia tu esperanza.
Hoy,
quisiera detenerme en la segunda: la fe.
Me llamó
mucho la atención que uno de los cambios más profundos que menciona Pablo es
precisamente ese: nuestra fe.
A menudo depositamos nuestra fe en cosas frágiles: costumbres religiosas,
emociones pasajeras, ideas humanas…
Pero Pablo es muy directo:
“...vana es
también vuestra fe” – si Cristo no resucitó.
Es decir, sin
la resurrección, nuestra fe se queda vacía, sin base, sin poder.
Pero ¡Cristo sí resucitó! Y eso cambia completamente el panorama.
Nuestra fe
no se basa en un mito ni en un sentimiento bonito, sino en un hecho histórico:
La tumba está vacía. Jesús venció la muerte. Él está vivo.
Esto fue
precisamente lo que descubrió Lee Strobel, un periodista ateo que
intentó refutar el cristianismo para “rescatar” a su esposa de una supuesta
ilusión. Pero al investigar seriamente la resurrección, se encontró con algo
inesperado: las evidencias apuntaban a que todo esto era cierto.
Y esa
verdad no solo cambió sus ideas, cambió su vida. Su fe ya no fue una reacción,
ni una tradición… sino una convicción que lo transformó.
Queridos
hermanos y hermanas, tú y yo no creemos por inercia.
Creemos porque Jesús vive.
Y porque Él vive, nuestra fe tiene fundamento, tiene dirección… tiene poder.
Con esto en mente vamos a compartir las preguntas que se relacionan con el drama y el sermón:
1. ¿En qué se basa realmente tu fe?
2. ¿pudiéramos identificar áreas de nuestras vidas que tenemos que cambiar si verdaderamente hemos tenido un encuentro con Cristo resucitado?
3. ¿Qué quiere el Señor que aprendamos del sermón dramatizado el domingo y del sermón del Pastor?
4. ¿Qué áreas de tu vida necesitan cambiar si crees que Cristo realmente resucitó?
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