SINCERIDAD PARA CON DIOS EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO
(Sermón No. 7 de la Serie sobre Hechos de los Apóstoles)
Diacono Gumersindo Bueno
“...los que recibieron su palabra fueron bautizados, y se añadieron aquel día como tres mil personas” Hechos 2:41
Testo Clave de la Serie: “… y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Ac 1:8
Texto Bíblico: Hechos 5:1-11/14 “Y los que creían en el Señor
aumentaban más”
I. La Iglesia Madre, o inicial, era una comunión que daba testimonio de la resurrección del Señor Jesús y estaba cubierta de abundante Gracia. Hec. 4:33
II. La Iglesia naciente no podría permitir que la deshonestidad de Ananías y su esposa frenara el Avivamiento que el Espíritu Santo había producido entre los creyentes. Hec. 5:4
III. La Comunidad que se estaba formando en la Iglesia local naciente tenía que ser consolidada por los Doce apóstoles, evitando que la desconfianza, la deshonestidad, el temor, la dividiera en sus mismos inicios. Hec. 5:12
IV. ¿Qué enseñanzas y conclusiones puede y debe extraer nuestra iglesia local de este suceso, que parece trivial, pero que representó un tremendo peligro para los Doce Apóstoles y la comunidad que estaban construyendo? Hec. 5:14
La
Sinceridad para con Dios tiene que estar basada en que somos una comunidad de
personas entregadas en cuerpo y alma a Jesucristo a quien miramos y con quien
nos unimos todos como miembros de un solo cuerpo.
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