Cuando Daniel supo que el edicto había sido
firmado, entró en su casa; abiertas las ventanas de su habitación que daban a
Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, oraba y daba gracias delante de su
Dios como solía hacerlo antes. Daniel 6:10
I. Dale gracias a Dios aceptando la
circunstancia dificil de la vida y no le des vueltas al asunto para salir del
mismo: “Cuando Daniel supo que el
edicto había sido firmado,”
En esta historia aprendemos a confiar en que
Dios nos dará la victoria (¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por
medio de nuestro Señor Jesucristo! 1 Cor. 15:57). No te quejes de tus problemas
cuando el Diablo ha firmado un edicto en tu contra. No tires la toalla por la
gran amenaza que usted pueda sentir que se avecine a su vida. No importa que nuestro
“enemigo el diablo esté como
león rugiente, buscando a quién devorar (1 Pe. 5:8)”. Simplemente mantente sirviendo
al Señor. “Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo
en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. Col. 3:17.”
II. Dale gracias a Dios aceptando
asegurándote de tu casa: “entró en su casa;…”
Este pasaje pudiera aparentar que lo estamos forzando debido a
que Daniel parece que no tenía familia, pero si tenía su casa…. Cuando nuestras
vidas estén bajo amenaza por nuestra fidelidad a Dios recordemos que hemos de
asegurarnos en nuestros hogares en oración. Cuando muchos no quieran servir al Señor
recordemos a Daniel, quizás su inspiración fue Josué, el gran líder de Israel
cuando dijo, “Y si
mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes
sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los
dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a
Jehová (Josué 24:15).”
III. Dale gracias a Dios siendo Fiel a tu Fe: “…abiertas las ventanas de su habitación que daban
a Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, oraba y daba gracias delante de
su Dios como solía hacerlo antes.”
Daniel fue fiel cuando su vida fue amenazada. Muchos de nosotros en este país
de tanta libertad, apenas somos amenazados por nuestra fe en el más mínimo
aspecto de nuestra vida, nos acobardamos. Quizás sería bueno aprender de Daniel
algunas enseñanzas que aparecen en este verso. Primeramente, no te avergüences de tu fe ni de tu Señor, abre las
ventanas de tu vida y que todos vean lo que tú crees ¡se Fiel! En segundo lugar,
no te olvides de la grandeza de tu Dios en el pasado. Cuando Daniel abrió la
ventana que daba hacia Jerusalén él se acordaba que algún día la gran ciudad de
Paz se activaría otra vez y allí estarían seguros como en el pasado. Al mirar
hacia Jerusalén Daniel se acordaba de las grandes cosas que Dios había hecho
por su pueblo en un pasado y sabía que algún día tendrían la victoria otra vez.
Finalmente, notemos que el pasaje nos dice que era para Daniel una costumbre
orar y darle gracias a Dios. No pretendamos tener vida de oración y corazones
agradecidos a Dios cuando no es costumbre en nuestras vidas… no pretendamos
agradecidos a Dios cuando solo le agradecemos en el día de acción de gracias… es
en los malos tiempos, como el que atravesaba Daniel, cuando se demuestra lo que
es vivir en oración y agradecimiento…. Quizás el apóstol Pablo tiene razón cuando
nos dice, “Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda
situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús, 1 Tes. 5:16-18.”
Y luego nos exhorta a dedicarnos a la oración y a perseverar
en “ella con agradecimiento, Col. 4:2”
Predicador: Dr. Israel Cordoves
Para Apuntes completos del Sermón contactar: cordoves71@msn.com