Este hermoso verso nos habla de un sello y de una marca que un alma enamorada quiere que su pareja tenga. Esta mujer enamorada quiere estar grabada en el corazón de su amado. Ella tiene un deseo único, quiere que su amado la tenga puesta en un lugar especial en su vida. El cantico nos declara que ese lugar es el corazón, lo cual es de esperarse de un alma enamorada. ¿Es tal nuestro deseo?
Esta mujer enamorada solo desea estar en los sentimientos de su amado. Ahí adentro del corazón, donde se guarda los más apreciado, lo más amado. Simplemente, exige ella, ‘Ponme como sello sobre tu corazón.’
Esta mujer enamorada solo desea estar en los sentimientos de su amado. Ahí adentro del corazón, donde se guarda los más apreciado, lo más amado. Simplemente, exige ella, ‘Ponme como sello sobre tu corazón.’
Esta alma enamorada está tan posesionada por el amor que siente que quiere también ser una marca visible y ruega que su amado la tenga como una marca en el brazo. Esta alma quiere que todos vean que su amado está marcado por ella y para ella. ¿No es este un hermoso sentimiento? En este mundo de libertinaje y de tanto pecado, verdaderamente es muy hermoso el sentimiento de que el amor de una pareja es solo del uno para el otro. Es un reto para todos, una meta muy difícil en un mundo libertino, pero así es el verdadero amor.
¡Verdaderamente esta es una hermosa poesía que expresa el amor genuino donde se marcan el uno para el otro! Pero aún mas hermoso es el mensaje espiritual que este verso representa, una iglesia enamorada de Cristo. En un mundo de tantos amores espirituales, la iglesia ha de saber que está marcada en el corazón amoroso del Señor Jesús. ¡No le rompamos el corazón! ¡El es el novio por excelencia! Además, el también lleva, no una marca; sino varias marcas que dicen que su amor por su amada lo llevó hasta la muerte. ¡Qué amor el del Divino Novio! ¿Oh amada iglesia, despreciarías tu tal hermoso amor?
¡Amén!
Pastor Israel Cordovés, Jr.
Ojala nuestro amor hacia El sea sincero y como una marca hasta la Eternidad.
ResponderEliminar¡Amén! Como dice el Apóstol Pablo en 2 Corintios 6:6, “amor no fingido.”
ResponderEliminar