Entonces su señor le llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, así como también yo tuve misericordia de ti?" Lucas 7:32
El famoso filosofo cristiano C.S. Lewis dijo, “Todos dicen que perdonar es una idea hermosa hasta que tienen algo que perdonar.”
Sin duda alguna esta es una gran realidad la que expresa este escritor. Una de las cosas más hermosas de la vida cristiana es el acto del perdón. Ninguna otra religión había enfatizado el perdón como Jesús lo estaba haciendo en esta nueva fe que se imponía en el mundo con la llegada del Mesías. Hasta entonces la enseñanza sobre el perdón estaba basada en tres pasajes principales del Antiguo Testamento pero que no se aplicaban de igual manera a la vida del nuevo reino, el reino del nuevo pacto (Gen. 4:24, Deu. 19:15, Amos 2:6).Pedro no podía entender las nuevas enseñanzas sobre el perdón. Al igual que nosotros, Pedro parecía que tenía sus niveles de perdón. Porque eso sí, nosotros todos tenemos niveles de perdón. Nosotros queremos perdonar los pecados según nuestra conveniencia, cultura, idiosincrasia y demás. Queremos graduar los pecados según la Divina Comedia de Dante, pero que interesante, todos queremos ser perdonados por cualquier ofensa que cometamos.
Nosotros los cristianos tenemos que aprender de esta parábola. Tenemos que ver como Dios, quien es el Rey justo por excelencia, es quien perdona tanto a los perdonados como a los perdonadores. Al fin y al cabo todo somos Sus deudores y es contra El cualquier ofensa que cometemos (Salmo 51:4). El ha perdonado nuestros pecados a través de la sangre de Cristo, así que lo menos que podemos hacer cada uno de nosotros es perdonar a los demás. ¡Tengamos misericordia con nuestros consiervos en Cristo! La iglesia es una comunidad compuesta por perdonados y la característica esencial tiene que ser el espíritu perdonador y no un espíritu cobrador ¡Amén!
Pst. Israel Cordovés
Usted tiene mucha razón. Es muy fácil pedir perdón pero muy difícil perdonar. Hoy en aplastamos a los que comenten errores y no queremos ayudarles a levantarse pero luego queremos que nos ayuden a nosotros.
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