“Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.”
Romanos 14:1
Romanos 14:1
Muchos cristianos juzgamos y nos sentamos en la silla de Dios pensando saber más que Dios. Y nos ponemos a contender sobre opiniones que a veces no son ni doctrinas.
Para Pablo, lo importante es la Koinonia, que se traduce como comunión. O sea, la comunión de la comunidad de Dios, la organización de Cristo, o simplemente conocida como la iglesia. Por tal motivo el dice una palabra que revolucionaria a la iglesia. Una palabra que pocos son capaces de practicar de una manera bíblica y doctrinal. Pablo dice, “recibid al débil en la fe.”
Uno de los problemas más peligrosos que presentan las iglesias de América es que se recibe a cualquiera en la iglesia, y todo el mundo esta “correcto” en su doctrina. Al fin y al cabo, como proponen muchos, no es lo que la Biblia dice, sino lo que interpreta el que la lee. Otra voz dice por allá que no importa lo que uno crea, lo más importante es el amor. Lo cual es verdad, pero con la excusa del amor, a menudo le abrimos la puerta a cualquier corriente doctrinal que no es bíblica. Seria interesante que cada cristiano pudiera organizar su propia iglesia para ver si seria capaz de recibir a cualquiera que quiera traer una doctrina, o una enseñanza extraña o diferente a la que su iglesia cree. Lo más probable es que esa persona extraña sea expulsada “a patadas por las puertas de la iglesia.”
Si creemos, que la iglesia es de Cristo y que por lo tanto no pertenece a nosotros, entonces deberíamos de ser aún mas celosos en ver a quien recibimos y como le recibimos. Hay quienes son débiles en la fe, vamos a recibirles pero no para contender sobre opiniones. Cuando uno tiene la sana doctrina no contiende, sencillamente enseña. Cuando se contiende es porque hay uno que quiere imponer sus opiniones sobre otros.
Quiera Dios que cuando recibamos al débil en la fe, le enseñemos con amor la sana doctrina si en verdad la poseemos; y no perdamos el tiempo discutiendo.
¡Amén!
Pastor I. Cordovés, Jr.
Pastor I. Cordovés, Jr.
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