“… animaos los unos a los otros…”
Tesalonicenses 5:11
Tesalonicenses 5:11
Hay cosas que tienen tanto valor que no existe suma de dinero que representen su valor. Tales son las palabras del apóstol a los hermanos Tesalonicenses.
¡Animaos almas cansadas! ¡Si, animaos a continuar la marcha de la espera! Un poco mas y el que ha de venir vendrá. Tal era el deseo de Pablo en promover un espíritu de ánimo entre los Tesalonicenses. ¿Pero hoy, necesitamos también palabras de ánimo? Claro que si. A menudo pensamos que no y vivimos la vida del creyente solitario. Por eso hay miles de creyentes desanimados, ellos están solos y no han oído jamás, las palabras de estimulo de un hermano que le susurre al oído, ¡Anímate! ¡Animaos almas agobiadas por las preocupaciones que el engañador a puesto en el camino de la vida!
El estimulo de animarse es para el creyente que sufre y trabaja. Es para el joven cansado que solo se siente al ver que el mundo no lo quiere. También es para el matrimonio aquel que está al borde del barranco. Y por supuesto, para el anciano cansado del camino de la vida. Animaos dice la palabra y es para todos nosotros los que en el redil estamos. Animaos cuando parece que no podemos, cuando parece que en la mañana al levantarnos las fuerzas no nos alcanza y nuestros nervios no responden.
Pero quienes han de animar. El Apóstol inspirado nos da la respuesta cuando nos exhorta diciendo, ‘los unos a otros.’ Tal ha de ser el sentir del creyente en Dios. Buscar animar al que está a nuestro lado. Digámosle al hermano lo que quisiéramos nosotros oír cuando estamos desalentados y parece que ya no podemos seguir. Digámosle al hermano lo que quisiéramos oír a nuestro oído cuando el sinnúmero de dardos satánicos llegan a nuestras vidas a golpearnos hasta reducirnos a la amargura y a la tristeza.
¡Oh, amados que leen esta meditacion! Practiquemos el simple principio de animarnos unos a los otros. ¡Un estimulo hoy será una victoria mañana! -¡Amén!
Pastor Israel Cordoves, Jr.
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