“Luego, después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén,
…para asegurarme de que no corro ni he corrido en vano…”
Galatas 2:1
Es la moda de miles de cristianos en Norte América decir, “no hace falta ir a la iglesia para ser cristianos.” Tal pensamiento es verdadero si con eso se refieren a que Cristo nos da su gracia salvadora sin la necesidad de una institución religiosa. Sin embargo El cristiano que no va a la iglesia o toma la asistencia a su iglesia a la ligera, es un cristiano débil y que no crece espiritualmente. La comunión de los creyentes es necesaria en esta vida a la cual hemos sido llamados.
Allí en el rincón mas privado de nuestros hogares podemos sin duda alguna fermentar una relación especial con nuestro amigo y salvador Jesús. Podemos llenarnos de su palabra divina y sentir que el alimenta nuestro espíritu. No obstante, necesitamos subir a Jerusalén, lo que en términos teológicos pudiéramos marcar como la iglesia local, para ver cómo va nuestra carrera espiritual. El gran Apóstol, luego de haber tenido un encuentro singular con el Señor en su camino a Damasco, diecisiete años después, subió a Jerusalén para encontrarse con los discípulos de Jesús y asegurarse de que no ‘había corrido en vano.’
En otras palabras en la comunión con los discípulos de Cristo, Pablo pudo comprobar que el evangelio que el predicaba era verdadero. ¿Hermano o hermana que lees esta meditación no crees que si Pablo fue a la iglesia para asegurarse de su vida cristiana, no hemos nosotros, asistir a nuestra iglesia? Subamos a la iglesia, esta representa la nueva Jerusalén. Si, quizás tenemos problemas, los hay en todas las iglesias, pero en la iglesia tendremos la gran bendición de ver como esta nuestra fe.
¡Busquemos la comunión entre nosotros, esto nos asegurará que nuestra carrera no es en vano! - ¡Amén!
Pastor I.Cordoves, Jr.
¡Busquemos la comunión entre nosotros, esto nos asegurará que nuestra carrera no es en vano! - ¡Amén!
Pastor I.Cordoves, Jr.
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