Entonces los discípulos de Juan fueron a Jesús y dijeron:--¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos frecuentemente, pero tus discípulos no ayunan?
Mateo 9:14
Es interesante que los discípulos de Juan se unieran a los fariseos en sus críticas a los seguidores de Jesús, y aun al mismo Jesús. Los discípulos de Juan caminaron con Juan pero no entendieron su mensaje. Es difícil imaginar que estos discípulos fueran capaces de unirse con los fariseos aun a sabiendas de que su maestro Juan el Bautista los atacaba duramente. Ellos habían oído como Juan les llamaba a los fariseos cuando venían al bautismo de el, "¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?”
No cabe duda que estos discípulos de Juan habían estado con Juan pero no habían entendido el mensaje del profeta del desierto. Este tipo de fenómeno parece que era común en aquellos días. De hecho, cuenta Lucas que cuando Pablo llegó a Éfeso hallaron a “ciertos discípulos” a los cuales les preguntaron si habían recibido el Espíritu Santo cuando ellos creyeron, a lo cual ellos respondieron, “Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.” Y cuando Pablo les pregunto en que fueron bautizados, ellos dijeron: “En el bautismo de Juan.” Entonces, Pablo después de hablarles del Señor Jesús, les bautizo.
Algo que es interesante sobre esta narración es que parece ser que Juan falló al no enseñarle a los discípulos que ahora ellos tenían que seguir a Jesús, porque el era el verdadero ‘cordero que quita el pecado del mundo.’ Puede ser que los líderes de la Iglesia de Cristo tengan mucho que aprender del hecho de que los discípulos de Juan no supieron aplicar lo que aprendieron de su maestro. Hoy día, muchas gentes padecen del mismo problema que esos discípulos. Conocen el mensaje y quizás lo han recibido. Sin embargo, no conocen que en Jesús hay una nueva vida, una vida que es de fiesta y no de ayuno.
¡Amén!
Pastor I. Cordoves, Jr.
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