Subtitulo:
Lecciones Aprendidas de la Tormenta
Sermón predicado después del huracán Wilma el 24 de
octubre 2005
“Pero ahora os exhorto a tener buen animo,
pues no habrá ninguna perdida de vida entre vosotros, sino solamente de la
nave…” Hechos 27:22
Pasaje Bíblico: Hechos
27:1-44
Introducción
Quisiera, si
es posible, entrevistar en esta mañana, después de haber pasado un huracán tan
destructor como el que se vivió aquí en la Florida el lunes pasado, al Apóstol
Pablo. Pablo fue un creyente que vivió
en carne propia la mayoría de de las experiencias que los cristianos de todo el
mundo hemos experimentados. Y una de
esas experiencias fue un huracán, que, aunque se llamaba tifón, tiene las
mismas características de un huracán en el caribe…
Quisiera
también notar que cuando hablamos de tormenta no hay porque referirse solamente
a la experiencia del huracán. Cualquier
momento difícil en nuestras vidas es una tormenta y esta historia que vamos a
ver en esta mañana nos ayudará a ver las lecciones que hemos de aprender de las
tormentas que nosotros vivimos en nuestro diario vivir…
Pablo Cuéntanos ¿Que aprendisteis de esa experiencia? - Probablemente Pablo diría que el Mensaje de Dios puede ser ignorado, pero
Dios nos da la oportunidad de mostrar un mensaje a través de nuestro testimonio
y Dios nos utiliza para dar el mensaje de Esperanza del evangelio.
I. EL MENSAJE IGNORADO - Nuestra advertencia, que viene de Dios, es cambiada por la voz de la
experiencia. V.9-12
1.
Yo les advertí a
todos que no deberíamos de partir…
2.
El centurión le dio
más crédito al piloto y al patrón de la nave.
3.
La mayoría estuvo
de acuerdo
II. EL MENSAJE DEL TESTMONIO - Cuando de ayudar se trata el pueblo cristiano, muestra sus “propias
manos.” V.19
1. Nos da la oportunidad de servir
a otros.
2. Nos da la oportunidad de probar
nuestra unión como pueblo de Dios
III. EL MENSAJE DE LA ESPERANZA - Cuando se pierde toda esperanza, nosotros, el pueblo de dios podemos
animar al mundo naufragante. v. 13 – 26
1.
Nosotros los
cristianos tenemos la voz del ánimo, una voz que el mundo no tiene.
2.
Tenemos esta voz de
ánimo porque a nuestro lado está el ángel del Dios de quien somos y servimos.
3.
Tenemos esta voz de
ánimo porque a nuestro lado está el plan de Dios y su providencia