Una Fe Viva busca la soberanía de Dios sobre nuestros planes

Hno. Gumersindo Bueno (Presidente de los Diaconos)

Texto: Santiago 4:13–17

Introducción

La carta de Santiago se identifica junto con las epístolas de Pedro, Juan y Judas como “epístolas generales”, porque no están dirigidas a una iglesia o individuo específico, sino a la Iglesia cristiana en general.
Aquellos cristianos estaban perseguidos y dispersos, y aunque la carta contiene poca doctrina, se centra en la moral, la ética y la demostración práctica de la fe.

El propósito principal de Santiago es que los cristianos apliquen las enseñanzas de Jesús a la vida cotidiana.
A lo largo de las Escrituras, Santiago refleja el principio de que la fe y las obras deben mantenerse en dependencia de la voluntad soberana de Dios.

Lectura Bíblica – Santiago 4:13–17 (RVR1960)

Vamos ahora los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque, ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala.
Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

Estructura del Pasaje

  1. Un plan – “Hoy y mañana iremos a tal ciudad.” (v.13)
  2. Un desconocimiento – “¿Qué es vuestra vida?” (v.14)
  3. Una obediencia – “Deberíais decir: si Dios quiere…” (v.15)
  4. Una condición humana – “Os jactáis en vuestras soberbias.” (v.16)
  5. Una convicción – “Al que sabe hacer lo bueno…” (v.17) 

I.              UNA FE VIVA BUSCA LA SOBERANÍA DE DIOS SOBRE NUESTROS PLANES

Planificar, según la definición moderna, es tomar decisiones conscientes para alcanzar objetivos. Sin embargo, Santiago nos advierte del peligro de hacerlo sin contar con Dios.

Proverbios 27:1: “No te jactes del día de mañana, porque no sabes qué dará de sí el día.”

Muchos planifican como si fueran dueños de su vida, sin reconocer que solo Dios tiene el control del mañana.
Santiago critica la actitud del hombre que confía en su propia capacidad, al decir: “Hoy o mañana iremos… estaremos allá… ganaremos.”

Pero una fe viva reconoce que todos nuestros planes deben estar sujetos a la voluntad divina.

Hebreos 6:18: “En las cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido a Él.”

Incluso el pastor John MacArthur afirmaba:

“La vida es una compleja red de fuerzas y circunstancias sobre las cuales tenemos poco o ningún control.”

Por eso, una fe viva busca la soberanía de Dios en todo lo que emprendemos.
Nada está en manos del azar, del destino ni de nuestra inteligencia, sino en la soberanía de Dios.

Salmo 139:13,16: “Porque tú formaste mis entrañas… mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.”

II.            UNA FE VIVA RECONOCE QUE NUESTROS PLANES PUEDEN SER REDIRECCIONADOS POR DIOS

Dios no solo conoce el futuro, Él lo gobierna.

Jeremías 29:11: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, pensamientos de paz y no de mal.”

Cuando los planes se frustran, no es casualidad: son los silencios y obstáculos de Dios que nos redirigen a su propósito.
Nada escapa de su control.

Ejemplo Personal: En 1967, siendo estudiante de medicina, conocí a quien sería mi esposa. Ella soñaba con ser médica desde los siete años. Aunque enfrentó obstáculos, Dios redireccionó su camino hacia una especialidad distinta. Más tarde, trabajando en África, ambos descubrimos cómo Dios movía hilos invisibles para cumplir su plan.Nada fue casual. Dios no llegó tarde. Él nunca se equivoca.

Así también, Dios dirige nuestros caminos en cada decisión, aunque a veces nos haga pasar por puertas cerradas antes de abrir la correcta.

Lamentaciones 3:37: “¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?”

III.           UNA FE VIVA BUSCA HACER LO BUENO SEGÚN LA VOLUNTAD DE DIOS

Santiago concluye con esta enseñanza:

“Al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.”

La voluntad de Dios no es solo un lugar o una tarea, sino una actitud del corazón.
El apóstol Pablo dijo:

Romanos 12:1–2: “Presentad vuestros cuerpos en sacrificio vivo… no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios.”

Una fe viva confía, agradece y obedece, porque entiende que todo está en las manos de Dios.
Nada sucede fuera de su soberanía.
Él controla los tiempos de prosperidad y también los de prueba.

Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.”

Por eso, decir “si Dios quiere” no es una fórmula vacía, sino una actitud de fe y humildad.
Planifiquemos, sí, pero siempre bajo la dirección del Señor.

Romanos 11:33–36: “Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios… Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas.”

Aplicación Final

  • Cuando nuestros planes se frustran, descansamos en el Dios que sabe más.
  • Cuando se cierran puertas, esperamos la que Él abrirá.
  • Cuando no entendemos el rumbo, confiamos en su soberanía.

Juan 10:27–28: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen… y nadie las arrebatará de mi mano.”

Llamado Espiritual

Si aún no has entregado tu vida a Jesucristo, hoy es el día de hacerlo.
Él tiene el control de tu vida y te ofrece salvación y propósito eterno.

“Si oyeres hoy su voz, no endurezcas tu corazón.” (Hebreos 3:15)

Cristo está a la puerta y llama.
Ábrele el corazón. Él entrará, cenará contigo y te dará una vida guiada por su mano soberana.

PREGUNTAS PARA LA NOCHE CELULAR

  1. ¿Por qué crees que muchas veces hacemos planes sin tomar en cuenta a Dios?

Esta pregunta tiene que ver con ejemplos cotidianos podríamos identificar donde se nos olvida decir “Si Dios quiere”

Esta pregunta tiene que ver también con las consecuencias puede traer una vida planificada sin dependencia de Dios.

  1. Cuando algo no sale como lo planeamos, cómo deberíamos reaccionar los creyentes?

Esta pregunta tierne que ver con experiencias en las cuales Dios cambió tus planes para bien. ¿Qué aprendiste de esa situación?

  1. ¿Qué quiere Dios que aprendamos de este pasaje bíblico?

 


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