Honremos Hoy a una Madre de Fe y Persistencia

Pastor Israel Cordoves

Texto Base: Mateo 15:21–28 / Marcos 7:24–30

I.                       RECORDAMOS HOY A ESTA MADRE PORQUE NOS ENSEÑA QUE LA FE Y LA BÚSQUEDA DEL SEÑOR ES LA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS (Mateo 15:21-22; Marcos 7:25)

Mateo 15:22 21Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.  

Marcos 7:25 – 26  24Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa, no quiso que nadie lo supiese; pero no pudo esconderse. 25Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se postró a sus pies. 26La mujer era griega, y sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio.

II.                    RECORDAMOS HOY A ESTA MADRE PORQUE NOS DEMOSTRÓ LA FE QUE ES PERSEVERANTE (Mateo 15:23–27; Marcos 7:26–27)

Mateo 15:23–27: 23Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. 24El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! 26Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. 27Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

Marcos 7:26–27 26La mujer era griega, y sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio. 27Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.

III.                 RECORDAMOS HOY A ESTA MADRE PORQUE SU FE PERSISTENTE FUE RECOMPENSADA POR EL SEÑOR (Mateo 15:28; Marcos 7:29–30)

Mateo 15:28 28Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

Marcos 7:29–30 29Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija. 30Y cuando llegó ella a su casa, halló que el demonio había salido, y a la hija acostada en la cama.

 

Preguntas para el encuentro Celular:

1.       ¿Qué significa para ti que esta madre, aunque era gentil y no tenía privilegios, pudiera acercarse a Jesús con fe? ¿Cómo puedes aplicar esa lección a tu vida y tu relación con Dios, especialmente cuando enfrentas dificultades o sientes que no tienes los mismos "derechos" que otros?

2.       ¿Cómo reaccionas cuando sientes que tus oraciones no reciben respuesta inmediata de parte de Dios? ¿Qué puedes aprender del silencio de Jesús en esta historia, y cómo podría ese silencio estar trabajando para fortalecer tu fe?

3.       La mujer no se ofendió por el aparente rechazo, sino que respondió con humildad y persistencia. ¿Cómo podemos cultivar una actitud similar cuando nos enfrentamos a obstáculos o rechazos en nuestra vida espiritual? ¿Qué nos enseña esto sobre la naturaleza de la fe que agrada a Dios?

 

 

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