Dr. Israel Cordoves, Jr.
Pasaje Bíblico:
Juan 12:36-50
I.
V37-43
Las causas de la incredulidad
1.
Buscaban
milagros y señales, 12:36-37
Habiendo
dicho Jesús esto, se fue y se ocultó de ellos. 37 Pero a
pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él,
2.
No
creían al anuncio
38 para que se cumpliera la palabra del profeta
Isaías, que dijo: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
¿Y a quién
se ha revelado el brazo del Señor?»
3.
Problemas
en el corazón (visión espiritual)
39 Por esto no podían creer, porque también dijo
Isaías:
40 «Cegó los ojos de ellos y endureció su corazón,
para que no
vean con los ojos,
ni entiendan con el corazón,
ni se conviertan, y yo los sane.»
41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
42 A pesar de eso, muchos, incluso de los gobernantes, creyeron en él,
pero no lo confesaban por temor a los fariseos, para no ser expulsados de la
sinagoga, 43 porque amaban más la gloria de los hombres que la
gloria de Dios.
ni entiendan con el corazón,
ni se conviertan, y yo los sane.»
41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
II.
V44-50
Consecuencias de la incredulidad
1. No conocen a Dios
44 Jesús
clamó y dijo: «El que cree en mí, no cree en
mí, sino en el que me envió;
2.
Permanecen
en tinieblas (No pueden experimentar la luz de Cristo)
45 y el que me ve, ve al que me envió. 46 Yo,
la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no
permanezca en tinieblas.
3.
Serán
juzgados en el día del juicio final
47 Al que oye mis palabras y no las guarda,
yo no lo juzgo, porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
48 El
que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue: la palabra que
he hablado, ella lo juzgará en el día final. 49 Yo
no he hablado por mi propia cuenta; el Padre, que me envió, él me dio
mandamiento de lo que he de decir y de lo que he de hablar. 50 Y
sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como
el Padre me lo ha dicho.»
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