Cristo Jesús… se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Fil. 2:5-11
Pasaje Bíblico: Filipenses 2: 1- 11
Aunque los supersticiosos dicen que no
celebran la Navidad porque tiene origen pagano, nosotros vamos directamente a
las Escrituras y allí encontramos que todos los días debemos recordar y enseñar
y predicar que el Hijo de Dios vino al mundo a través de su encarnación y
nacimiento para salvar a la humanidad por medio de su muerte y su resurrección.
Queremos ver entonces cuál es el costo de la Navidad para Dios Padre, para Dios
Hijo y cuál es el costo hoy para el ser humano.
Consideremos las
siguientes tres preguntas:
Primera Pregunta:
¿Cuánto le costó la Navidad a Dios el Padre?
1.
El padre Dios se privó de la presencia
de su Hijo, eso lo encontramos en 1 Juan 4. 9 y 10 que dice: en esto se mostró
el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su hijo unigénito al
mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su hijo en
propiciación por nuestros pecados. La Biblia también dice que “de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16)”.
2.
El padre Dios se privó de la comunión
continua con su hijo Mat. 27. 46: Cerca de la hora novena, Jesús clamó a
gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has desamparado?
3.
El padre sacrificó la vida de su hijo
cuando “no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por
todos nosotros (Rom. 8:32)”. De la misma manera, la biblia nos dice que “Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros (Isaías 53. 6).
Segunda Pregunta:
¿Cuánto le costó la Navidad a Dios el Hijo?
1.
El hijo Dios o Dios hijo se privó de
estar al lado de su padre en la gloria.
Dice la Biblia que
Jesús dejó las riquezas celestiales: Porque ya conocéis la gracia de nuestro
Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que
vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos (2 Cor. 8:9). De la misma manera, Jesús “abandonó
la gloria celestial Ahora pues,” una gloria que tuvo con Dios antes de que el
mundo fuese (Jn. 17:5).
2.
El Dios hijo se privó también de la
comunión continua con el padre (Aunque siempre estaba en comunión con él) Mat.
27:46: Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí,
¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
3.
Padeció la sumisión y humillación
voluntarias: Jesús, nos cuenta la Biblia, “se despojó a sí mismo, tomando forma
de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Fil.
2. 5-8) En esa condición de hombre, Jesus sirvió al ser humano y “no vino para
ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Mar.
10:45)
4.
Padeció las limitaciones humanas,
especialmente la muerte: Fil. 2. 8: “y estando en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
La Biblia también enseña que Jesús dijo que, “Por eso me ama el Padre,
porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo
de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a
tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre (Jn. 10. 17- 18).”
Tercera Pregunta:
¿Cuánto nos costó la Navidad a nosotros?
No nos costó nada porque es por la
gracia de Dios. Es un regalo de Dios. Rom.6.23: Porque la paga del pecado es
muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. De
hecho, la biblia dice que “por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto
no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Ef. 2. 8,9
Y si a nosotros no nos costó nada esta
navidad, hay dos exhortaciones para nuestras vidas:
1.
A los que ya somos cristianos, en Fil. 2.5 se
nos manda a que tengamos el mismo sentir de Cristo, es decir, debemos
regocijarnos por el privilegio de ser parte de Su pueblo escogido e ir en una
actitud de total agradecimiento a Dios y obedecerle siendo embajadores de la
paz, del amor, y de la justicia a un mundo urgentemente necesitado de estas
cosas.
2.
Para los que aún no hay Navidad en sus
vidas porque aún no tienen a Jesucristo como su Salvador es hora de poner su fe
en el sacrificio del Hijo de Dios que murió en la cruz para llevar nuestros
pecados y resucitó para darnos vida eterna, por tanto es el momento para
arrepentirse de sus pecados y aceptar el perdón de Dios.
Entonces, les invito a meditar en esta
hermosa poesía de Francisco de Asís que dice:
Señor, haz de mí, un instrumento de tú
paz. Que allí donde haya odio ponga yo amor, que donde haya ofensa ponga yo
perdón, que allí donde haya error ponga yo verdad, qué allí donde haya duda
ponga yo la fe, que allí donde haya desesperación ponga yo esperanza, que allí
donde haya tristeza ponga yo alegría, oh Maestro, que no me empeñe tanto en ser
consolado, como en consolar, en ser comprendido, como en comprender, en ser
amado, como en amar, pues dando es como se recibe, olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado y muriendo se resucita a la Vida eterna.
Después de todo lo que has leído,
¿recibirás a Jesucristo como tu Salvador para siempre? Hazlo ahora mismo, díselo
a Él con tus propias palabras y pídele perdón por tus pecados. Dios te
perdonará y te recibirá como su hijo/a ahora mismo.
Dios te bendiga. Amén.
Por el Pastor
Rafael Mulet
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