Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por
haberme oído. Yo sabía que
siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para
que crean que tú me has enviado. Jn. 11:41-42
Esta es
una oración de gratitud digna de imitar para este día de Acción de Gracias.
Nuestro Señor Oró con agradecimiento sin haber visto la resurrección de su
amigo amigo Lázaro como si hubiese acontecido ya. También reconoció que Dios
siempre le escuchaba, lo cual muestra una confianza en el poder de Dios.
Pero lo
más importante es que el Señor tenía un corazón de gratitud que buscaba glorificar
a su Padre y que el se llevará el crédito y la Gloria del gran milagro que
estaba a punto de acontecer. Recordemos los momentos de incertidumbre, en que todo
lo que pudimos hacer fue confiar en nuestro Padre quien siempre nos escucha.
Busquemos
en este día de Acción de Gracias que nuestra gratitud esté enfocada en
mostrarle el Padre a la “multitud que está alrededor” nuestro y crean
en el Señor. Pero sobre todo, démosle gracias a Dios porque podemos decirle
con toda seguridad, “gracias porque siempre me oyes.”
¡Amén!
Pastor Israel.
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