—¿Eres tú el único forastero
en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos
días? Lc. 24:18
I.
CAMINANDO Y HABLANDO CON CRISTO SIN RECONOCERLE (v 12 - - “Mas los ojos de ellos estaban velados, para
que no le conociesen.” v.12-25
1.
Ellos estaban
caminando con Cristo sin reconocerle
Estos discípulos que iban camino a la
ciudad de Emaús estaban viviendo una verdadera religión cristiana. 13Dos
de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta
estadios de Jerusalén. 14Hablaban entre sí de todas aquellas cosas
que habían acontecido. 15Y sucedió que, mientras hablaban y
discutían entre sí, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos. 16Pero
los ojos de ellos estaban velados, para que no lo reconocieran.
1. Es algo muy común
encontrarse con gentes que claman ser cristianas pero sus corazones están lejos
de Dios. Son muchas las personas que van
a las iglesias hoy en día y creen que están caminando con el Señor cuando en
verdad están lejos de ello.
2. Al igual que
estos discípulos a menudo caminamos con el Señor sin conocerle. Y con esto quiero decir que caminamos una
vida religiosa en la cual Cristo esta en nuestros hogares, pero en teoría, en
practica vivimos y le ignoramos como si Cristo no estuviera presente.
3. Para esos discípulos,
Cristo y todo lo que ellos habían vivido y experimentado había pasado a ser una
religión en la cual Cristo es una incógnita.
Si una incógnita, o algo que no podemos entender. Cristo, para esto discípulos que caminaban
hacia Emaús, Él era una creencia más.
Cristo no era mas que un personaje mas en la historia.
4. Hermanos, su
en nuestros hogares no celebramos cultos de oración, no oramos con nuestros
hijos e hijas; no somos fieles en la iglesia; no nos envolvemos en las labores
misioneras; no asistimos a los cultos de oración o de adoración, caminamos
entonces en el tipo de religión que esos discípulos caminaban.
2.
Ellos estaban
hablando con /de Cristo sin reconocerle.
17Él les dijo: —¿Qué pláticas son
estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? 18Respondiendo
uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le dijo: —¿Eres tú el único
forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido
en estos días? 19Entonces él les preguntó: —¿Qué cosas? Y ellos le
dijeron: —De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en
palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20y cómo lo entregaron
los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y lo
crucificaron. 21Pero nosotros esperábamos que él fuera el que había
de redimir a Israel. Sin embargo, además de todo, hoy es ya el tercer día que
esto ha acontecido. 22Aunque también nos han asombrado unas mujeres
de entre nosotros, las cuales antes del día fueron al sepulcro; 23como
no hallaron su cuerpo, volvieron diciendo que también habían visto visión de
ángeles, quienes dijeron que él vive. 24Y fueron algunos de los
nuestros al sepulcro, y hallaron, así como las mujeres habían dicho, pero a él
no lo vieron.
1.
Estos discípulos también estaban hablando con Cristo
exactamente de la misma forma en que nosotros oramos cuando
hablamos con el Señor. Hablamos con el y
le contamos todo lo que esta pasando cuando en nuestros corazones lo que existe
no es mas que un sentimiento de que Dios no nos escucha.
2.
Estos discípulos estaban hablando con Cristo, pero
no lo podían ver ni experimentar como el único que les podría dar
consuelo. Que triste ver tantos
cristianos así. Ellos hablan de religión,
pero Cristo no esta en el corazón de ellos.
3.
Estuvimos hablando con cierta persona a la cual le
hemos hablado de Cristo en varias ocasiones.
Yo personalmente le hable muchas veces.
Y respuesta siempre fue que creía.
Sin embargo, Cristo dijo; “por sus frutos los conoceréis;” y
desafortunadamente esa persona no pasa el examen de Cristo.
4.
A esta persona se le murió su hija en su país hace
unos días y no pudo ir a ver a su familia.
Hablando con esa persona, el pastor le dijo que buscara del Señor quien
era el único y mejor consuelo a lo que la persona respondió que si, “eso mismo
estoy haciendo,” y añadió, “sin el no podemos.”
5.
Esa persona
tiene razón, pero desgraciadamente eso no es mas que un lenguaje
religioso. Cuando a Cristo se le tiene
como una persona viva en medio nuestro, entonces nuestro comportamiento cambia.
II.
PREDICANDO DE CRISTO SIN CONOCERLE.
17Él les dijo: —¿Qué pláticas son
estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? 18Respondiendo
uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: —¿Eres tú el único
forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido
en estos días? 19Entonces él les preguntó: —¿Qué cosas? Y ellos le
dijeron: —De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en
palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20y cómo lo entregaron
los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y lo
crucificaron. 21Pero nosotros esperábamos que él fuera el que había
de redimir a Israel. Sin embargo, además de todo, hoy es ya el tercer día que
esto ha acontecido. 22Aunque también nos han asombrado unas mujeres
de entre nosotros, las cuales antes del día fueron al sepulcro; 23como
no hallaron su cuerpo, volvieron diciendo que también habían visto visión de
ángeles, quienes dijeron que él vive. 24Y fueron algunos de los
nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él
no lo vieron.
A.
Ellos hablaban de Cristo,
pero no le conocían en verdad.
1. Varón Profeta:
Cuando no
creyeron en su profecía de resurrección.
2. Poderoso en obra y en palabra:
Ellos
supuestamente conocieron a Jesús de cerca.
Le vieron hacer milagros. Sin
embargo, no creyeron tanto como ellos pensaron.
De hecho, cuando no sentían descansados en sus promesas.
III.
CAMINANDO EN LA VIDA COMO SINO HUBIESEMOS SIDO REDIMIDOS. - “Pero
nosotros esperabamos que el era el que habia de redimir a Israel: y ahora,
ademas de todo esto, hoy es ya el tercer dia que esto ha acontecido.”v.21
1. La teología “nosotros esperábamos ser redimidos”
1. Estos disípalos
estaban caminando hacia Emaús con una teología errónea. Ellos tenían la “teología” o lo que es decir
“el principio teológico o del estudio doctrinal de Dios” más negativo que
pudiera tener una persona cristiana.
2. Ellos creían
que no eran salvas. Estos discípulos
estaban caminando y hablando sobre una religión que estaba basada en una salvación
incompleta. Ellos pensaban que no habían
sido redimidos.
3. En otras
palabras, la salvación que por siglos y siglos el pueblo de Israel tanto había
esperado y añorado; y que parecía que iba a ser finalmente alcanzada con Jesús
Cristo, había sido destruida. TAL
REMISION HABIA SIDO UN FIASCO.
4. Lo que
estos discípulos no sabían es que ese Cristo que ellos daban por muerto ya les había
redimido.
5. Pero
hablamos de “ser redimidos” sin entender que es ser redimidos. Redimir significa rescatar mediante un
pago. En otras palabras, estos discípulos
estaban esperando que Cristo los liberara a ellos mediante un pago muy
valioso. Ellos no habían entendido que Cristo
es el que vino a “Pregonar libertad a los cautivos,” y a “poner en libertad a
los oprimidos.” Luc. 4:18
6. ¿Estamos
en problemas? – Él ya nos redimido. El pago por nuestros pecados. Como es posible que vivamos una vida
supuestamente de cristianos o de discípulos de Cristo cuando aún no gozamos de
la libertad que Cristo nos dio con su muerte en la cruz.
2. La prueba del tiempo en esta teología de la remisión.
1. Estos discípulos
estaban muy sentidos por todo lo que había pasado y se lamentaron de que ya hacían
tres días que Cristo estaba muerto. Sin
embargo, ellos lo que estaban es pasando por la prueba del tiempo.
2. Hay ocasiones
en que pensamos que vemos que los días, las semanas, los meses, el tiempo pasa
y pasa Y NO VEMOS SOLUCION A NUESTROS PROBLEMAS.
3. Estos discípulos
pensaban que ya todo se había acabado con la cruz. Lo que ellos no sabían es que con la cruz es
cuando todo empezaba.
4. Cuando
nuestros problemas parezcan que no tienen solución tenemos que pensar que
Cristo está haciendo su obra. Puede ser
que no la veamos ahora, pero algún día la veremos
IV.
LA GRAN RESPUESTA A LOS DISCÍPULOS QUE VIVEN COMO SI CRISTO NO HUBIESE
RESUCITADO.
25Entonces él les dijo: —¡Insensatos y tardos de corazón
para creer todo lo que los profetas han dicho! 26¿No era necesario
que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria?
27Y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los
profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
1. Cristo les llamo insensatos. Para Cristo una persona que
no sepa lo que dicen las escrituras es un insensato.
2. Cristo ve en su obra una necesidad.
El
problema más grande de muchas gentes hoy es que ellos no ven en Cristo y en sus
sufrimientos una necesidad y por tal motivo viven como de camino a Emaús.
Cuando
nosotros venimos a la iglesia y no hacemos la voluntad de Dios, la cual es
seguir sus ordenanzas, incluyendo el bautismo, la cena, unirse a la iglesia, ir
y predicar el evangelio, vivir una vida de testimonio mediante la cual expresamos
que somos “nacidos de nuevo.” Entonces,
solo así podremos caminar en esta vida viendo en verdad.
Puede ser
que hallan personas aquí en esta tarde que estén caminando en la vida de esa
manera, pensando que todavía no son salvos.
Para ustedes hay un gran mensaje en esta historia. Clamen a Dios para que él les habrá los ojos
y puedan ver que el ya pago por vuestros pecados. Ya él ha hecho que andemos en esta vida como
salvos y redimidos. Él nos compró con su
sangre cuando murió en la cruz.
V.
PARA CAMINAR CON JESUS COMO DE SER Y ENTONCES
1. Hay que insistir por la presencia de Cristo (Hemos de
buscar que Jesús entre en nuestros hogares.
- 28Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba
más lejos. 29Pero ellos lo obligaron a quedarse, diciendo: —Quédate
con nosotros, porque se hace tarde y el día ya ha declinado. Entró, pues, a
quedarse con ellos.
Ahora ellos tenían una verdadera experiencia que
contar – la experiencia del Camino a Emaús
2. Hay que ser ministrados por Cristo
30Y aconteció que, estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo
bendijo, lo partió y les dio. 31Entonces les fueron abiertos los
ojos y lo reconocieron; pero él desapareció de su vista. 32Y se
decían el uno al otro: —¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos
hablaba en el camino y cuando nos abría las Escrituras?33Levantándose
en esa misma hora, volvieron a Jerusalén; y hallaron a los once reunidos y a
los que estaban con ellos, 34que decían: —Ha resucitado el Señor
verdaderamente, y ha aparecido a Simón.35Entonces ellos contaron las
cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo lo habían reconocido al
partir el pan.
Ahora ellos podían decir que Jesús les había
ministrado como resultado le reconocieron