Nehemías nos habla de la reconstrucción de los muros de Jerusalén. El libro nos describe la situación de la tan llamada
ciudad de Dios. Jerusalén, que quiere
decir ‘ciudad de Paz’ tenía sus muros
destruidos y cuarenta y ocho años de cautiverio del pueblo de Dios habían puesto
a la ciudad del Gran Rey como un basurero en el espacio y en el tiempo. Ya no había paz en la ciudad de Paz. ¿Te
sientes así? Te invito para que
comencemos por rescatar de las ruinas las dos instituciones más hermosas que
Dios ha establecido: el matrimonio y la iglesia.
¿Cuántas veces pudiéramos decir que nuestras vidas y
matrimonios están en ruina y las puertas destruidas por el fuego? Es el llamado
de la palabra de Dios que nos levantemos para reedificar lo que un día fue
hermoso y admirado. Nehemías nos
exhorta para que nos levantemos y reedifiquemos nuestras familias y
matrimonios. Si, la primera y gran hermosa
institución que Dios organizó está en crisis.
¿Por qué no levantar y reedificar
nuestras familias? No importa cual haya sido la experiencia que haya marcado el
pasado. No importa la mancha familiar ni el dolor, ni la deshonra. Si Dios permitió que su pueblo reconstruyera
lo que la guerra y la invasión Satánica de los Asirios y los Babilónicos
hicieron en Jerusalén, ¿No hará lo mismo con nuestras familias y hogares? La
Palabra nos promete que “Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos;” de
manera que Dios puede repetir la misma historia de la restauración ¡No importa
lo que el fuego, los años y las cenizas le hayan hecho a la seguridad de nuestros
matrimonios, Dios todavía restaura; y restaurará a pesar de nosotros! -¡Amén!
Pastor IC
(Meditemos sobre
la reedificación de los muros en la iglesia en la próxima meditación)
Comentarios
Publicar un comentario