Meditacion de Aniversario
“En él todo el edificio, bien ensamblado, va creciendo hasta ser un templo santo en el Señor.” (Efesios 2:21, RVR1960)
La Palabra de Dios nos enseña que nosotros somos “templo del Dios viviente” (2 Corintios 6:16). Esta comparación nos invita a reflexionar en el privilegio glorioso que tenemos en Cristo: ser la casa donde habita el Dios vivo, nuestro Creador. El término templo también significa casa, y por tanto se nos recuerda que la iglesia no es solo un lugar físico, sino la comunidad de los redimidos en la cual Dios mismo se complace en morar.
Hoy celebramos la restauración de este edificio después de varios años de dificultades y del azote de dos huracanes. ¡Qué gozo ver levantadas nuevamente estas paredes! Sin embargo, debemos recordar que más importante que este edificio físico es el edificio espiritual que formamos los creyentes. Este templo vivo requiere una restauración constante, porque nuestra santidad y comunión reflejan la verdadera gloria de Dios.
Cada piedra, cada pieza de ese edificio espiritual debe estar bien ensamblada en el Señor. Esto implica unidad, fidelidad y crecimiento en santidad. Si cada uno busca individualmente crecer en Cristo, la belleza será doble: la de este edificio físico que nos alberga y la de la iglesia viva, resplandeciente en amor y verdad.
¡Quiera Dios que esta restauración sea símbolo y recordatorio de que somos llamados a mantenernos siempre en renovación espiritual, creciendo hasta ser un templo santo en el Señor!
“Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.” (Salmo 138:8, RVR1960)
Amén.
Pastor Israel Cordovés, Jr.
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