“Yo no subiré hasta que el niño sea destetado. Entonces lo llevaré, será presentado delante de Jehová y se quedará allá para siempre (1 Samuel. 1:22).”
La Biblia nos habla de varios tipos de fe y también nos describe que es la fe. Por ejemplo, el famoso hebreos 11:1 nos describe la fe como "la convicción de lo que no se ve." Sin embargo, en el momento de aplicar la fe estamos en presencia de algo que es muy difícil en el mundo de hoy. En el día de las madres sería bueno recordar lo que Dios espera de una mujer de Fe.
La Biblia nos habla de Ana como una mujer que tiene la Fe que cumple su palabra y sus compromisos con Dios. Ana, dice la palabra que, no subió para adorar al templo con su marido, como era la costumbre hasta que no se cumplió el tiempo de dedicar el niño a Dios.
Ana le dijo a su esposo, “Yo no subiré hasta que el niño sea destetado. Entonces lo llevaré, será presentado delante de Jehová y se quedará allá para siempre (1 Sam. 1:22).” Ana cumplió su palabra, y cuando el niño cumplió siete años, ella misma lo llevó al templo y lo dedicó al Señor. Madre, usted se ha puesto a pensar que pasaría en este mundo si las mujeres de Dios fueran así hoy en día. En otras palabras, Ana nos muestra lo que es una madre que cumple sus promesas a Dios. Hoy en día pareciera que no existe la fidelidad a Jehová al estilo de Ana; si tal fidelidad se practicara, nuestros jóvenes estuvieran más consagrados a Jehová y no estuvieran viviendo la doble vida que llevan. Mientras que alaban al Señor el domingo, de lunes a sábado viven una vida consagrada al pecado. Quizás sería bueno recordar a Eunice, quien el Apóstol Pablo la describe como una madre que tenía una “fe no fingida (2 Tim. 1:5).” Con razón el Apóstol pudo encontrar en Timoteo, el hijo de Eunice un hombre de Dios en quien podía confiar para trabajar en equipo. La Fe de Ana era una fe al estilo de Eunice, “no fingida,” y tal fe fue premiada con un hijo que le dio forma a la nación de Israel. Ese hijo fue un hombre que utilizado por Dios para nada menos que Juez y Profeta.
¿Madres, que quieren ustedes de sus hijos? ¿Quieren verlos practicando una religión insípida y que vivan una fe superficial y vanidosa? ¿Quieren verlos vivir una fe donde se idolatra la ropa, los aretes y las prendas, los carros, el sexo, el cigarro, las drogas, la pornografía, la adicción, las fiestas, los tatuajes y toda clase de pecado? ¿Qué quieren de sus esposos? Que las miren a ustedes como madres que no son ejemplos de fe; o como madres que sostienen el hogar centrado en Cristo?
Madres ustedes tienen un compromiso con Dios. El les ha dado hijos e hijas. El les ha dado esposos. Cumplan sus votos con Dios y no desteten a sus hijos sin ser entrenados para la vida. La vida es muy dura. Dejen que sus hogares vean a Cristo en ustedes. ¡Amén!
Pastor Israel Cordovés, J