—Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que
cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior. Jn. 7:37-38
I.
La experiencia de la sed espiritual, v37a; “37 Pero en el último
y gran día de la fiesta, Jesús se puso de pie y alzó la voz diciendo: —Si
alguno tiene sed,”
1.
La vida cristiana
es hermosa cuando hemos tenido sed espiritual. Nadie podrá jamás hablar del
agua de vida si no ha sido saciado primero... Con esto queremos decir no medio saciado,
sino completo. Cristo es el agua de vida que sacia toda nuestra sed espiritual.
Muchos llamados cristianos están constantemente buscando y saltando de fe en
fe, de iglesia en iglesia, de movimientos en movimientos porque nunca han
tomado verdaderamente el agua de vida.
2.
Sin la
experiencia de la sed no se valora el agua divina: Salmo 42:1-2; Salmo 63:1
·
Salmo 42 1 Como
ansía el venado las corrientes de las aguas,
así te ansía a ti, oh Dios, el alma mía.
2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
·
Salmo 63 (Salmo de David, compuesto cuando
estaba en el desierto de Judá )
1 ¡Oh Dios, tú eres
mi Dios!
Con diligencia te he buscado;
mi alma tiene sed de ti.
Mi cuerpo te
anhela
en tierra árida y sedienta, carente de agua
3.
(Al Final de este
pasaje, como veremos más adelante, Juan nos dice que Jesus se refería al
Espíritu Santo, lo cual nos lleva a meditar que el Espíritu de Dios es El río
de la promesa el cual es un manantial de vida eterna. Un manantial desde el
cual emana el agua que nunca se acaba…)
II.
La experiencia de ir a la fuente de vida y beber, v37b, “venga a mí y beba.”
1.
Esta es la
experiencia de la decisión
2.
Cristo es la
misma fuente que nos invita
3.
Es necesario
responder al llamado de ir a la fuente
4.
Es necesario no
sólo ir sino que bebamos también
.
III.
La experiencia de creer como nos dice la Palabra de Dios,
v38, “… El que
cree en mí, como dice la Escritura, …”
1.
La experiencia
racional La cual tiene que ver con Juan tiene que ver con la decisión que haya
dominado a la persona que busca a CRISTO...
2.
Cuando no creemos
como nos dice las escrituras contaminamos el río que fluye de nosotros y
dañamos a otros. ¿Y qué creer sobre Jesús? - Las escrituras enseñan que Jesús
es (1) el Mesías prometido, (2) El profeta, (3) El Rey de Israel; y (4) El
verdadero sumo sacerdote
IV. La experiencia
del fluir del agua de vida, v38c, “…ríos de agua viva correrán de su interior.
39 Esto dijo acerca del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él,
pues todavía no había sido dado el Espíritu, porque Jesús aún no había sido glorificado
1.
Aquí hay una
promesa llamada agua de vida. Es un agua que produce vida...
2.
El agua de vida
no se estanca…
3.
El río de La
promesa se llena del manantial de Cristo…
4.
El agua del río
fluye no se estanca…
5.
Correrán ríos de
agua viva porque hemos tomado mucha y nos mantenemos en el tomando…
6.
Esa fuente de
agua es el mismo Espíritu de Dios quien hace que nosotros seamos de bendición a
otros, 39 Esto
dijo acerca del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues
todavía no había sido dado el Espíritu, porque
Jesús aún no
había sido glorificado
Conclusión: No podemos
detener el agua y dejar que salga para que sea de bendición para otros...