Hoy día,
donde se está perdiendo cada vez mas el concepto de membresía de la iglesia, es
sumamente necesario tener a las personas categorizadas bajo algún tipo de sistema
que permita hacer un trabajo mas efectivo en la iglesia local.
La biblia nos dice que la
iglesia es un cuerpo formado por muchos miembros (Rom. 12:4-5); sin embargo,
tal pareciera que en el concepto actual de iglesia, ser miembros no es importante. Como resultado, muchas iglesias locales no son mas que organismos desmembrados.
Muchos por falta de compromiso y otros por falta de salvación, o sea, están
en las iglesias pero no son salvos.
Romanos nos enseña que “somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros
(Rom. 12:5).” Cuando no se tiene concepto de membresía entonces las
personas van y vienen, asisten irregularmente; y aún peor, se olvida que los
miembros del cuerpo de Cristo son personas nacidas de nuevo y se tratan a los conversos
como salvos y miembros de la iglesia. Esta
manera de actuar es un tropiezo para el avance del reino de Cristo porque
muchos están visitando las iglesias y se creen que son salvos y no lo son. Otros son bautizados sin tener concepto de
tal divina ordenanza y viven vidas que no muestran a Cristo. Al nivel de
liderazgo esto es también un problema grave porque a menudo se tienen en las iglesias
a personas trabajando que ni siquiera son miembros.
Aquí presento un modelo de categoría de personas relacionadas con la
iglesia que van desde aquellas personas que son conocidas hasta los líderes de la iglesia. Este es un concepto clásico que directa o indirectamente,
está en las mentes de los pastores e iglesias que toman en serio el concepto de
membresía de la iglesia.
Conocidos: Estas son las personas que conocemos. Están en
nuestros trabajos, centros estudiantiles, vecinos, amigos etc.… Si la persona
conocida es alguien ya cristiano y miembro de alguna congregación cristiana
pues no hacemos nada al respecto. Pero si no es cristiana, nuestra
obligación ante el Señor es hablarle del Señor e invitarla a la iglesia.
Básicamente, los conocidos (amigos o familiares) que no tienen a Cristo tienen
que ser nuestro ‘target’ o meta de evangelismo.
Visitantes: Estas son las personas que asisten a la iglesia, pero que
no son miembros de la iglesia. En este grupo tenemos amigos y
familiares que visitan pero que no han tomado una decisión por Cristo. Muchos
de nuestros jóvenes están en esta categoría. Nosotros los cristianos
tendemos a tomar a estas personas como de la familia de Cristo en el sentido de
que no nos damos cuenta que aunque están entre nosotros todavía no han hecho
una confesión de Fe. Normalmente la relación con este tipo de
persona es hacer lo posible por que se sientan en casa pero no podemos perder
el enfoque de que necesitan a Cristo.
Candidatos: Los
candidatos se dividen en dos tipos. Primeramente, están los
candidatos a Bautismo, los cuales están en la clase de Bautismo. Esta
clase la llamamos discipulado porque lo es. Hay momentos en que la
clase es un discipulado de uno-a-uno, pero hay momentos en que la clase es un
discipulado de grupo. En segundo lugar están los hermanos que ya son bautizados
y que provienen de otras iglesias. Estos están en la clase de membrecía pero
para conocer la iglesia como tal. Por el momento estamos utilizando
el Pacto de la Iglesia Bautista clásico; aunque eventualmente esta clase
incluirá un programa más intensivo y extensivo del funcionamiento y misión de
nuestra iglesia.
Miembros Inactivos: Los Miembros Inactivos son los hermanos miembros (o sea, en la lista
de miembros) que por diferentes razones no están activos en la iglesia. Estos
pueden ausentarse por enfermedad, indisciplina y falta de comunión con la
iglesia. En un gran porcentaje, además de las enfermedades, una
razón muy fuerte es la enemistad con la iglesia o con algún hermano de la
iglesia. También existen casos en que viven lejos y no se deciden por un
compromiso firme de ser fieles a pesar de la distancia, o simplemente asisten a
otras congregaciones. Este es un grupo muy difícil para trabajar
porque normalmente nos ata un aspecto emocional en el cual no queremos darle de
baja a la persona. Muchos pastores e iglesias no quieren darle de
baja a estos hermanos porque entonces se disminuye la membrecía de la iglesia
lo cual es un mito ya que, de todas maneras, ellos no están asistiendo. La
meta con estos hermanos es visitarlos y orar por ellos. Se les puede
dar un tiempo, pero hay un momento en que hay que recomendarles que busquen un
lugar donde estén activos y sean de bendición; y reciban bendiciones. Este
tipo de miembro afecta normalmente en la misión de la iglesia local ya que
normalmente detienen sus diezmos y ofrendas, dan un mal testimonio al dar un
mensaje de rebeldía a la iglesia; y por supuesto, no trabajan en la iglesia.
Miembros Activos: Los
miembros activos son los hermanos que asisten a las actividades de la
iglesia. No están directamente envueltos en un ministerio, pero
asisten regularmente y practican los diezmos y ofrendas. Con estos
hermanos la meta es que se comprometan con el Señor en la iglesia local en una
esfera más profunda donde puedan participar no solo en el recibir sino en el
dar. Cuando decimos dar estamos refiriéndonos especialmente en la
Koinonia. Estos hermanos, como todos los demás, poseen diferentes dones los
cuales pueden poner a disposición del avance del reino de Cristo en la iglesia
local. Básicamente, buscamos que estos hermanos lleguen a poner en
práctica una vida de discipulado que sea manifiesta en liderazgo.
Lideres: Primeramente definamos a los miembros líderes como los
hermanos de la iglesia que han puesto sus dones al servicio del Señor. Estos
no se han conformado con venir y sentarse en las bancas de la iglesia. Por
tal motivo, los líderes debemos ser hermanos ejemplos. Estos
participan en casi todas las actividades poniendo ejemplo de lo que es un
verdadero discipulado. Ellos se han comprometido a servir al Señor en algún
área de ministerio. Creemos que estos cristianos han de ser ejemplo
en servicio y amor para con la congregación. Estos son los que
sienten más por la obra en la iglesia local. Con esto no minimizamos
a los miembros activos que no son líderes, pero si queremos enfatizar que estos
son los que están poniendo con fe la mano en el arado. Los líderes también
son miembros comprometidos en todas las áreas de la iglesia, como por ejemplo:
crecimiento espiritual y numérico de la congregación, participación en las
actividades y apoyo a los demás líderes y ministerios de la iglesia. Hemos
de notar que los líderes comprometidos de verdad buscan aprender mas y
prepararse mas para la obra del Señor, por tal motivo buscan asistir a los
estudios bíblicos de la iglesia. También participan en el ministerio
de oración y ponen sus casas (aunque sabemos que hay excepciones en que esto no
es posible) para que las células tengan un lugar de oración y de alcance
misionero. Es importante notar que los líderes también se
comprometen en los diezmos y ofrendas de la iglesia ya que este es el mecanismo
bíblico para que una iglesia pueda tener entradas que sean utilizadas para el
avance del reino de Cristo.
Escrito
por el Pastor Israel Cordoves, Jr. (Estas son notas que yo he escrito para un
entrenamiento de líderes de la Primera Iglesia Bautista Hispana de West PalmBeach)