Jesús declaró que el vino a 'las ovejas perdidas de Israel' (Mt. 15:24). Cristo, fue definitivamente, un pastor trabajador, como el bien dijera, “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Jn. 17:17). Aunque teológicamente este pasaje tiene que ver con la salvación de Israel en su aspecto redentor; al igual que otros pasajes, este tiene muchas implicaciones prácticas para la integridad de la pastoral de hoy.
Es muy fácil
equivocarse y encontrarse trabajando en rebaños ajenos. Es verdad que las
ovejas son de Cristo, pero esto no puede ser una excusa para no actuar con
integridad cuando hay ovejas que quieren dejar su rebaño por un problema con el
pastor o con otras ovejas. Cristo nos enseña la ética de “ir a las ovejas
perdidas.” A demás, puede ser que hoy en día no experimentemos el
avivamiento de hace 100 y 200 años porque en aquellos avivamientos se
practicaba mateo 18 que tiene que ver con la resolución de problemas en la
iglesia.
Hoy en día, en esta generación post-moderna, se prefiere ir de iglesias
en iglesias antes de reconciliarse con un hermano. Preferimos tapar el
pecado, antes de que este se confiese y luego se experimente la
restauración. Y los pastores podemos ser cómplices al no permitir la
reconciliación ni la restauración de hermanos que están peleados cuando dejamos
que vengan a nuestras iglesias sin reconciliarse. No puede haber
avivamiento, sino hay reconciliación. Integridad pastoral, es buscar
reconciliación.
Tampoco nos justifiquemos con la expresión moderna, “hay que tener una
visión de reino.” Si tener una visión de reino significa atraer ovejas de
otros rebaños; pues nuestro reino es un reino dividido. Por tal motivo
nos encontramos en nuestros círculos con pastores que están heridos con otros.
Hay
ocasiones, como nos dice el reconocido misionero y teólogo en misiones,
McGavran, en que hay que salvar ovejas de malos pastores.”[1]
Pero seamos justos, ¿Son todos los pastores de una ciudad o en su gran mayoría,
pastores malos y se necesitan salvar de sus garras a las ovejas que sufren?
Creo que no.
O como dice Wagner, misiologo también, “hay ovejas que hay que dejar
ir para que crezcan en otros lugares y sean mejor ministradas.”[2] Pero,
otra vez, no pensemos que todas las ovejas que vienen a nuestras iglesias
pertenecientes a otro rebaño, vinieron porque están mal alimentadas. No
arriesguemos nuestras relaciones con un siervo de Dios por un diezmo más.
Ser
íntegros en el trabajo pastoral implica también trabajar arduamente para salvar
las ovejas perdidas y no tomarlas de otros rebaños, ni siquiera cerrar los ojos
cuando alguien quiere dejar su rebaño y unirse al nuestro; y luego decir, -“yo
no la busqué, ella vino y se quedó.” La tentación de cerrar los ojos y
dejar que una oveja de otro rebaño venga al nuestro y aceptarlo que lo hagan
para que la lana de nuestro rebaño se incremente, es muy grande. Si usted no
quiere ser un pastor integro como Jesús, pues simplemente quédese con las
ovejas que pertenecen a otros rebaños.
Consiervos que escuchan, presentémonos como dice el Apóstol, en todo como
ejemplo de buenas obras; en la enseñanza, mostrando integridad.
Prediquemos y practiquemos fidelidad a la iglesia local. Ensenemos a las
ovejas la fidelidad es a Cristo a través de la iglesia local. Yo quiero
exhórtales a que este tema esté en nuestros corazones, pero de una manera
genuina y autentica. No pretendamos que amamos y tenemos en alta estima a
otros con-siervos, cuando no respetamos el trabajo pastoral que ellos
hacen.
Quizás
pretendamos ser buenos pastores, íntegros para con los demás; ¿Pero es un
respeto integro? Hermanos, Seamos como Cristo, el gran ejemplo de los
pastores, “el vino a buscar las ovejas perdidas.”
¡Amen!
Pastor Israel Cordoves, Jr. breve meditacion a Pastores ofrecida en el Centro de Conferencias de Lake Yale. (Abril 4, 2013).
Pastor Israel Cordoves, Jr. breve meditacion a Pastores ofrecida en el Centro de Conferencias de Lake Yale. (Abril 4, 2013).