Números 11:17
He aquí una historia bíblica sumamente interesante que tomó lugar en la puerta del Tabernáculo de reunión. Moisés estaba lidiando con un pueblo quejoso y criticón de la obra de Dios. El pueblo estaba algo así como la iglesia moderna que a menudo se queja por lo que no tiene o por lo que Dios les ha dado. ¡Y que triste es ver hermanos y hermanas que solamente critican pero no son capaces de unirse a los que llevan la carga de la iglesia! La iglesia moderna tal parece que quiere a sus pastores, los diáconos, los ancianos, los maestros y a todos los lideres para alimentar una burocracia eclesiástica como la de la época medieval.
Pero Dios nos llama a la puerta de su tabernáculo para que tengamos un liderazgo activo y fuerte, pero según el criterio divino. Dios no llamó a los Sacerdotes de la orden de Aarón, no mando a llamar a los grandes del ejército, Josué y Caleb. Dios no llamó tampoco a los líderes que guiaban a las familias según el consejo de Jetro. El Señor quería simplemente a setenta ancianos, en términos modernos, “setenta viejos.” Y muchos preguntaran porque ancianos. Hay una sola respuesta, Dios no es un dios que depende de fuerza física. Dios en un dios único. El simplemente quiere un pueblo donde hallan lideres que sean capaces de llevar las cargas de su pueblo junto con los lideres que el ha puesto. Dios quiere pastores que sufran por el rebaño que han recibido de parte del pastor de los pastores; Dios quiere a maestros de escuelas dominicales o instituciones bíblicas que durante la semana ministren a sus alumnos y que participen en la vida de la iglesia. Dios quiere diáconos con iniciativa que sirvan como siervos fieles. Dios quiere un pueblo de adultos que no se quejen y que trabajen en avance del Reino. Dios quiere personas adultas que se sacrifiquen por dar el ejemplo a sus hijos e hijas de lo que es una vida de consagración. Dios quiere que las personas mayores dentro de sus posibilidades, que son muchas, levanten una adoración que glorifique Su Santo nombre y levante el espíritu de la iglesia. Dios quiere ancianos y ancianas que den el ejemplo de verdaderos creyentes en la iglesia local. Y si te sientes con dolores o cansancio, no importa, clama a Dios y el te mostrará en donde debes de trabajar. Recuerda la iglesia es mas que el domingo por la mañana.
Si tu que lees esto, no sientes la carga de la iglesia de Cristo, clama a Dios pues el no quiere adultos sentados. – ¡Amen!
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