Sermón por el Pst. Israel Cordovés, Jr.
4Esta confianza la tenemos mediante Cristo para con Dios. 5No que estemos capacitados para hacer algo por nosotros mismos; al contrario, nuestra capacidad proviene de Dios, 6el cual asimismo nos capacitó para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. 2 Corintios 3:4-6
Introducción:
No hay nada más difícil que hacer un trabajo y encontrarse que uno no está capacitado. O quizás pensar que uno no lo está cuando en verdad si lo está. Cuando hablamos de nuestra labor en el Reino de Cristo estamos lidiando con algo muy difícil ya que este es un reino cuyas labores tienen que ver primordialmente con el corazón de la gente. Con esta idea pudiéramos entonces preguntar ¿Quiénes se sienten capacitados para trabajar en el Reino de Cristo?
¿Qué responder a tal pregunta? Muchos dudarían al respecto y no sabrían que decir. Otros sin pensarlo dos veces dirían que están más que capacitados para trabajar por Cristo, pero aún otros quizás se sientan incapaces de las demandas del trabajo en el Reino.
Quizás sería bueno considerar la definición de capacidad. La Real Academia Española nos dice que capacidad es, “Aptitud, talento, cualidad que dispone a alguien para el buen ejercicio de algo.”
En nuestro pasaje de hoy pudiéramos aprender que nosotros estamos capacitados para trabajar en el Reino mediante Cristo, Nuestra capacitación proviene de Dios; y nuestra capacitación es en el Espíritu Santo. Nosotros en Cristo podemos decir que somos capaces para trabajar en su Reino y podemos decir con toda seguridad individualmente como miembros de esta congregación, Mi Capacidad o suficiencia proviene de Dios.
I. En este pasaje se nos habla de que cuando lidiamos con el asunto de la capacidad para la obra en el reino, Todo se hace mediante Cristo.
V4-5b “Esta confianza la tenemos mediante Cristo para con Dios. 5No que estemos capacitados para hacer algo por nosotros mismos;”
1. La capacidad nuestra está basada en la realidad de que, en el reino de Cristo, no podemos hacer nada por nosotros mismos
Pensar que nosotros podemos por nosotros mismos es un autoengaño que nos llevará a vivir ministerios y labores frustradas. Viviremos en un fracaso constante cuando veamos que lidear con la gente requiere de una preparación que solo Cristo puede dar. Hudson Taylor, famoso misionero a la China decía, “El nada de lo humano, la suficiencia divina.”
2. La capacidad nuestra está basada en la confianza que tenemos en la presencia de Cristo
Nosotros tenemos que aceptar que somos incapaces para trabajar en el reino de Cristo. La magnitud del trabajo en el corazón es tal que solo la presencia de Cristo en nosotros puede obrar milagros. Cristo en la Gran Comisión nos prometió que estaría con nosotros “todos los días hasta el fin del mundo.” Esto lo hizo porque él sabe que sin el nada podemos hacer (Juan 15:5).
Por tal motivo tenemos que aceptar nuestra incapacidad para poder decir que todo lo podemos ‘mediante Cristo.’ Como bien dice el Apóstol en Fil. 4:13, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
II. En este pasaje se nos habla de que cuando lidiamos con el asunto de la capacidad para la obra en el reino, Nuestra Capacidad proviene de Dios.
V5b-6 “…al contrario, nuestra capacidad proviene de Dios, 6el cual asimismo nos capacitó para ser ministros de un nuevo pacto…”
Consideremos las siguientes ideas sobre la capacitación que proviene de Dios
1. La Capacitación le pertenece a Dios
Dios es el autor de todo y como creador el es el que entiende la vida en el Reino Eterno. Cuando tratamos de capacitarnos por nuestros propios métodos humanos entonces fracasamos. Nosotros queremos vivir con reuniones y agendas. Queremos pretender depender de métodos pero en el reino eterno solo la capacitación del que llama nos hace permanecer firmes.
Se ha dicho que Dios es el que llama y capacita. Dios no capacita a nadie para después llamarlo. Para trabajar en cualquier área del reino de Cristo (sobre todo en la iglesia) el llamamiento es lo principal.
Dios llamó a Moisés siendo este un tartamudo Éxodo 4:10, Dios llamó a Abram siendo este un viejo de 90 años, llamó al adolecente David, a la huérfana Ester, al desobediente Jonás, llamó al niño Samuel…en el NT, llamó al ladrón Zaqueo, a unos cuantos pescadores los llamó para ser sus discípulos y primeros apóstoles. Simplemente, “Dios ha elegido lo vil del mundo y lo menospreciado; (1 Cor. 1:28).” Si entendemos este principio entonces podemos estar confiados en que el que nos llama es el que nos capacita y no importa cuan grande sea la obra.
2. La capacidad tiene que venir de Dios porque estamos lidiamos con una cosa nueva (un nuevo pacto), y esta cosa nueva se llama gracia.
Cuando hablamos del nuevo pacto estamos en presencia de algo que funciona por gracia. Estamos en presencia de una salvación por gracia y como administradores de tal gracia hemos de buscar la capacidad de Dios.
3. La capacidad tiene que venir de Dios porque estamos trabajando para el avance del Reino.
No podemos pensar que vamos a trabajar buscando nuestros propios intereses y comodidad. Dios quiere el avance de su Reino y como resultado nosotros cuando ministramos somos bendecidos. Muchos quieren ser bendecidos por Dios y luego ministrar y/o trabajar en el Reino, pero tal ecuación está incorrecta.
4. La capacidad tiene que venir de Dios porque es una cuestión de tiempo
La obra en el Reino de Cristo necesita de mucho tiempo. Pero no nuestro tiempo sino el de Dios. Cuando queremos que todo ocurra según nuestro tiempo pues fracasamos. Dios es el autor del tiempo y a su tiempo todo es hermoso (Eclesiastés 3:11).
A menudo queremos forzar el tiempo en que las cosas ocurren en el tiempo y entonces todo sale mal. Dios nos capacita en el tiempo.
5. La capacidad tiene que venir de Dios porque estamos trabajando en el corazón de la gente y esto es una cuestión de fe.
La capacitación para trabajar en el Reino de Cristo viene cuando aprendemos a vivir la fe…Nosotros los cristianos tenemos la fe para creer en Cristo, lo cual es maravilloso. De hecho sin fe no podremos ser salvo… pero yo he descubierto que, al menos en mi experiencia personal, uno puede perder las bendiciones de vivir la vida de fe que hay dentro de la fe… En otras palabras tenemos la fe para la salvación pero nos falta la fe para creer que Dios continuará trabajando en el camino de la fe… La capacitación para trabajar en el Reino de Cristo viene cuando aprendemos a vivir la fe… Necesitamos fe, porque la obra es grande. Necesitamos fe para poder resistir al enemigo de las almas.
Necesitamos fe para poder resistir el ataque de aquellos que se oponen al avance del reino de Cristo.
III. En este pasaje se nos habla de que cuando lidiamos con el asunto de la capacidad para la obra en el reino, Nuestra Fuerza está en el Espíritu Santo quien habita en nosotros.
V6b “…no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.”
1. No de la letra se refiere a la academia (educación)
La capacitación para trabajar en el Reino de Cristo viene cuando entendemos que somos incapaces por nuestros propios conocimientos. Para ser utilizados por Dios hay que comenzar por entender que en el reino de Cristo nosotros somos incapaces, el es el que nos capacita en todo conocimiento… Este es un requerimiento para ser utilizados por Dios. El pasaje nos dice que nosotros somos ministros de “un nuevo pacto, no de letra, sino del Espíritu,…” Tenemos que ser enseñados por Dios para poder tener la capacitación necesaria. La Experiencia de Pablo es que el no “fue enseñado de parte de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo (Gal. 1:12).”
2. No de la letra se refiere a la lógica
Cuando hablamos de ser capacitados por Dios y no con la letra sino con el Espíritu, pues estamos hablando de una capacitación que nos entrene para lidiar en equipo con la Persona y obra del Espíritu Santo, nunca con la lógica humana. La lógica humana nos dicta cosas que en la mente espiritual son imposibles hacer y viceversa. Cuando este pasaje nos dice que no es por la letra porque esta mata es porque estamos lidiando con almas agobiadas, deprimidas, cansadas por las presiones de la vida. Cuando nosotros proclamamos el Reino de Cristo, estamos hablándole a matrimonios heridos, hijos y padres peleados, familias que han perdido sus casas… y mucho mas. La Biblia nos dice que, “el hombre natural no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura; y no las puede comprender, porque se han de discernir espiritualmente (1 Cor. 2:14).”
3. No de la letra se refiere a la fuerza humana
Para ser utilizados por Dios hay que comenzar por entender que en el reino de Cristo nosotros somos incapaces, el es el que nos capacita. Este es un requerimiento para ser utilizados por Dios. El pasaje nos dice que nosotros somos ministros de “un nuevo pacto, no de letra, sino del Espíritu,…” La Biblia nos recuerda que Dios le prometió a Judá librarlo no “con arco, ni con espada, ni con guerra, ni con caballos y jinetes (Hoseas 1:7)."
Conclusión:
Cuando leemos este pasaje no podemos hacer otra cosa que apreciar la divina Trinidad y como somos capacitados para trabajar haciéndolo todo a través de Cristo, Dios nos capacita luego que nos llama para una obra que el nos quiere encomendar en su reino; y nos capacitará para que confiemos en la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas no en nuestras propias fuerzas. Y si no puedes mas clama al Dios que nos capacita y el te responderá "Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad." Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo (2 Cor. 12:9).”
¡Amén!
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