Instruye al niño en su camino; y aun cuando sea viejo, no se apartará de él.
Proverbios 22:6
Tome entre mis manos, de plástico barro
Un suave fragmento, muy suave en verdad;
Y dile mil formas caprichosamente
Cediendo al impulso de mi voluntad.
Después de algún tiempo el barro encontróme,
Llevando aun impresa la forma final,
Y quise, cual antes, cambiarlo al capricho,
Mas ya endurecido… ¿Qué pude? ¡Jamás!
Tomé entre mis manos el barro viviente,
Que no es otra cosa la mente infantil,
Muy suave y sensible costroso y entonces
Con arte y cariño, mil formas le di.
Después de algún tiempo hállele ya un hombre
Llevando las huellas que yo le imprimí,
Y quise, cual antes, cambiarle… ¿Qué pude?
¡Así come estaba, quedose por fin!
-Poesía Anónima
Comentarios
Publicar un comentario